Un día como hoy, hace 55 años, se daba el primer Rosariazo: una movilización masiva en el contexto de las puebladas de mayo de 1969, que le dieron el golpe final a Onganía.
- por Romi Owos
El ambiente de lucha recorría la República Argentina, el 13 de mayo se tomaba en Tucumán el ingenio azucarero «Amalia». Un día después, más de 3.000 obreros automotrices generaron una gran manifestación en Córdoba, que terminaría con una brutal represión.
Por su parte, el 15 de mayo de 1969, los estudiantes de la UNNE de Corrientes, luchaban contra el aumento del 500% del comedor universitario, en un proceso de huelga que venía de hace ya tiempo con el apoyo de sindicatos y sacerdotes. Este proceso conocido como «Correntinazo» tendría repercusión nacional por el asesinato del estudiante de medicina Juan José Cabral, sobre el que se abrió fuego, hiriendo además a otros 30 manifestantes.
La convulsión de estos hechos provocó que el día siguiente en Rosario, en el comedor de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias del Hombre (hoy Facultad de Humanidades y Artes), se reúnan cientos de estudiantes para organizar una respuesta. La recién fundada UNR suspendía actividades para evitar el tema, pero sus asistentes se organizaban políticamente desde hacía tiempo. Por ejemplo, en 1966 gran parte de la planta docente renunció en protesta a la Noche de los bastones largos y a la intervención de las facultades. Lo que se gestaba en ese comedor, posteriormente se conocería como el «Rosariazo».
El 17, en el mismo lugar, se manifestaron más de 400 estudiantes. Esto terminó en una fuerte represión que, además de muchos heridos, dejó como saldo el asesinato del estudiante de economía Adolfo Ramón Bello. Este homicidio, fue adjudicado por el ministro de interior a «los gremios y organizaciones de izquierda», lo que causó que la CGT-A decretara estado de alerta y citara a un plenario para el día 20.
El 21 se organizó una masiva marcha en la ciudad, que pese a la fuerte represión congregó a más de 4.000 personas, mayormente estudiantes pero también obreros y sacerdotes. En este contexto murió asesinado el obrero y estudiante secundario Luis Norberto Blanco, de 15 años, situación que produjo repudio no solo por el homicidio sino también porque la policía atacó a los profesionales de salud que intentaron ayudarlo. La violencia fue tal que la ciudad se pintó de tintes bélicos, con barricadas, gas lacrimógeno y fuego abierto en las calles.
El día 22 la ciudad fue intervenida militarmente, lo cual no impidió que el día 24 más de 7.000 personas asistieran al velorio del estudiante asesinado. Meses después, en septiembre del mismo año, la ciudad de Rosario fue protagonista del segundo Rosariazo. Un año más tarde, el dictador Juan Carlos Onganía tuvo que abandonar el poder a pesar de haber planificado permanecer en él por un largo tiempo.
Conmemorar a los estudiantes caídos en este ciclo de lucha es un llamado a la movilización de la sociedad, que ha demostrado ser capaz de voltear gobiernos y torcer medidas anti-populares.
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