Otra vez Lukashenko: el líder bielorruso se impuso con un 86,82% en las elecciones
Que Aleksandr Lukashenko gane elecciones no sorprende a nadie; lo hace consecutivamente desde 1994. Ahora bien, esto se debe a que Bielorrusia es el único país socialista de Europa. La oposición allí es casi irrelevante, y más después de que fueran derrotados en 2020, cuando salieron a pedir una intervención militar y el desplazamiento militar de Lukashenko. Algo también imposible, ya que el presidente proviene del Ejército y del ala “estalinista” del viejo PCUS.
De hecho, Lukashenko considera que Bielorrusia es aún socialista, y el único país de Europa que recuerda la Revolución Socialista de octubre de 1917. Sus posiciones son una mezcla de marxismo-leninismo tradicional con un fuerte nacionalismo bielorruso. Esto, sumado al apoyo del histórico Partido Comunista y otras fuerzas nacionalistas, le lleva a tener un sistema similar al de China, donde existen otros partidos, pero sin intenciones de desplazar al presidente.
Es el caso del Partido Comunista (KPB), que presentó a Sergey Syrankov como candidato por primera vez en la historia desde 1994. Este partido se considera sucesor del viejo PCUS, reivindica a Lenin y Stalin, y era el partido oficial de Bielorrusia hasta la aparición de Bélaya Rus, con personería desde 2023. Y si bien Lukashenko no se considera parte de ningún partido, su última afiliación fue a “Comunistas por la Democracia”, germen del actual KPB y herramienta temporal ante la disolución del PCUS y la URSS.
Desde 1994 hasta 2023, el KPB era el partido con más escaños en el país, por debajo de los independientes. La aparición de Bélaya Rus, fundado por el ministro de Educación, Aleksandr Radkov, como un intento de emular a Rusia Unida, llevó a los comunistas a volver a competir en todas las categorías, ya que actualmente son una tercera fuerza.
El Partido Republicano del Trabajo y la Justicia, de centro-izquierda, que también utiliza la metodología de presentarse a las elecciones para crecer frente a la aparición de Bélaya Rus, es actualmente el segundo partido más fuerte en el órgano legislativo del país.
Otro partido existente es el Partido Liberal-Democrático, que sería una oposición “dialoguista” si lo traducimos al lenguaje político argentino. De igual manera, no se dejen llevar por el nombre; son un partido de extrema derecha, que comparte muchas posiciones con la extrema derecha occidental, pero en Bielorrusia no adhieren al anticomunismo.
Es por esto que la UE y las derechas tradicionales suelen decir que las elecciones en Bielorrusia son una farsa, ya que todos de alguna manera apoyan a Lukashenko.
Si hablamos de resultados, Lukashenko, como candidato independiente desde 1994, volvió a ganar con un 86,82%, frente al 3,21% de Sergey Syrankov del Partido Comunista. En tercer lugar quedo el líder del Partido liberal Oleg Gaidukevich que saco un 2,02 %. La candidata independiente Anna Kanopatskaya obtuvo un 1,86 %, y en el ultimo puesto se encuentra el candidato del Partido del Trabajo y Justicia Social, Aleksandr Khizhnyak con un 1,74 %.
Estos resultados son normales. De hecho, la ultima vez que una candidata opositora saco muchos votos, fue en 2020, cuando Svetlana Tijanóvskaya escalo al 10%, denuncio un supuesto fraude y utilizo el recurso de Corina Machado en Venezuela, desconocer los resultados y pedir intervención extranjera de la UE, lo cual no termino ocurriendo.
Si bien ahora la UE y los partidos afines a esta comunidad afirman que en Bielorrusia hubo fraude, lo cierto es que la Comisión Electoral Central de Bielorrusia pidió 100.000 firmas, y solo los candidatos anteriormente mencionados lograron cumplir con este requisito para poder presentarse.
Alexandr Lukashenko afirmó este domingo que le es indiferente si los países occidentales reconocen o no las elecciones presidenciales, y que está preparado para su séptimo mandato consecutivo, obtenido de forma democrática. “Las reconozcan o no las reconozcan en la Unión Europea, es cuestión de gustos. Créanme, a mí me da absolutamente lo mismo. “Lo importante es que las elecciones sean reconocidas por los bielorrusos”, declaró Lukashenko.
El presidente no viene haciendo política desde fines de los ´90, pues ya era diputado bielorruso en épocas de la URSS. Voto en contra de disolver la unión y el Estado socialista, y cuando Yeltsin y Gorbachov liquidaron el PCUS, formo Comunistas por la Democracia. Ganó las elecciones en 1994 y rápidamente arregló la economía bielorrusa que venía siendo un desastre tras la restauración capitalista. En este sentido, volvió a aplicar algunas de las políticas de la URSS y tomó puntos de la Reforma y Apertura de Deng Xiaoping en China. Además, volvió a utilizar la bandera de la época soviética, y no la bandera roja y blanca que impusieron los liberales.
Ya que en la URSS más del 90% votó a favor de mantener la unión y el socialismo, y a la fecha más de la mitad de ex soviéticos desean que vuelva el comunismo, no es de extrañarse que en Bielorrusia los bielorrusos sigan votando a Aleksandr Lukashenko elección tras elección.
Lo último que queremos mencionar sobre Lukashenko es que su posición a favor de la guerra contra Ucrania, en el bando de Putin, hizo que muchos comunistas, con el KKE griego a la cabeza, se opusieran a su gobierno. La línea de los “antirrevisionistas” es coherente con al leninismo que aboga por el “no a la guerra”.
Otro de los motivos por los que muchos comunistas se oponen a su gobierno es por adoptar el modelo chino de la Reforma y Apertura, que vuelve a permitir la propiedad privada de los medios de producción, bajo control del Estado y en nombre del socialismo.
Por último, pero no menor, las constantes reivindicaciones a Stalin en Bielorrusia son motivos para que, sumado a los dos puntos anteriores, los sectores trotskistas se opongan rotunda y definidamente al gobierno de Lukashenko.
Fuente: La Izquierda Diario.