Ayer, hoy y siempre: lucha de clases.

No vamos a aceptar el ajuste, la devaluación y el vaciamiento sin luchar. No vamos a permitir que un gobierno que ganó prometiendo ajustar a la casta política hoy lo haga contra sus votantes, la clase obrera, mientras no solo beneficia a la casta política si no que a toda la casta del país. Al ajuste de Milei y Caputo lo festejan los grupos concentrados, al protocolo de Bullrich lo celebran los ricos y la clase media. Lamentablemente, está última siendo parte de la clase obrera está a nada de caer en la línea de la pobreza y sabemos que cuando eso pase, le soltaran la mano al gobierno y habrá un estallido social.

Nosotros, marxistas y leninistas no vamos a permitir este futuro de miseria al que nos quieren condenar. No vamos a dejar que otra vez, como en 2001, nuestras madres lloren haciendo cuentas por qué no puede llegar a fin de mes. No soportamos volver a ver gente comiendo de la basura, ni tampoco toleramos, nosotros mismos ahora como adultos, salir desesperados a buscar otro laburo para sostener los gastos. Nos están condenando a la miseria, mientras les cuidan el bolsillo a sus amigos, los grupos concentrados.

Nosotros, que siempre fuimos oposición a todos los gobiernos burgueses, hoy salimos a defender nuestros derechos. El gobierno decreta ajuste y represión, pero salta la bronca y es insostenible el descontento. Nadie voto a Caputo, el endeudador, nadie voto a Bullrich, la represora, este gobierno vino a cumplir con la deuda que dejaron cuando gobernaron entre 2015 y 2019. Este gobierno va escuchar el clamor popular del 19 y 20 de diciembre, que sigue diciendo:

Que se vayan todos. Gobierno de los trabajadores y las asambleas barriales.