La lucha de los guardapolvos blancos
Una mañana como hoy pero de 1972 comenzaba en Mendoza la pueblada más grande que vivió la provincia, más conocida como el Mendozazo. Los días previos se vivía un clima de gran conflictividad social porque varios sectores se encontraban en lucha: cientos de obreros de la cementera CORCEMAR habían sido despedidos y en solidaridad, los obreros de Minetti hacían paro y ollas populares. Lxs médicxs y docentes estaban en paritarias y el Gobierno provincial ofrecía miseria. Por su parte, los trabajadores de las bodegas despedidos también organizaban sus reclamos.
Ese marzo, el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) decidió no iniciar las clases con paro por tiempo indeterminado. Y la CGT convocaba a un paro nacional de dos días al finalizar el mes.
Para esa fecha, además, hubo un tarifazo con 300% de aumento en las boletas de la luz. Entonces, en toda la provincia los barrios hicieron asambleas, se movilizaron los sindicatos, los centros de estudiantes y los comerciantes. Los vecinos organizados en las uniones vecinales salieron a las calles con las boletas de luz en la mano para expresar el enojo. Se formó la coordinadora No Pague la Luz compuesta por amplios sectores del movimiento obrero, estudiantil y popular que convocó a un paro el 4 de abril.
Ese día, la policía reprimió con gases lacrimógenos, con caballería y con carros hidrantes que disparaban agua azul y manchaban los guardapolvos blancos de las maestras que, tomando conciencia de su condición de trabajadoras, se convirtieron en un símbolo de la lucha obrera mendocina. Frente a la violenta represión los trabajadores se armaron con palos, piedras y bombas molotov. Se movilizaron hacia la Casa de Gobierno donde hicieron retroceder a la policía y renunciar al gobernador Francisco Gabrielli. El Mendozazo duró una semana. La brutal represión tuvo como saldo el asesinato de tres manifestantes, hubo desaparecidos, cientos de heridos y detenidos.
Fuentealba el maestro fusilado
En la misma fecha pero de 2007 los docentes de Neuquén cortaban la Ruta 22 en reclamo de salario digno y mejores condiciones laborales. El exgobernador Jorge Sobisch dispuso un operativo policial para impedir el corte de ruta durante el feriado turístico de Semana Santa. En plena represión el maestro Carlos Fuentealba recibió un disparo a corta distancia del cabo José Darío Poblete. Su muerte quedó impune por muchos años hasta que 6 de los 8 responsables fueron condenados.
Hoy, 4 de abril, muchos años más tarde nos encontramos en un nuevo paro docente convocado por CETERA pero sin mucha fuerza ni repercusión porque fue llamado a las apuradas, a último momento. Tenemos que exigirle a las conducciones burocráticas que organicen verdaderos planes de lucha camino a un paro contundente del movimiento en unidad con los sectores desfavorecidos por las políticas de Milei. Tenemos el tarifazo y tenemos la pérdida de salario, tenemos la bronca y ya no tenemos tanto más para perder. Recuperemos las asambleas y llenemos los plenarios de militancia de base.