Como dice Bertolt Brecht en una reflexión sobre la verdad: «Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo».
“Creemos que el camino actual está lleno de peligros, peligros que no son inventados ni previstos para un lejano futuro por alguna mente superior, son el resultado palpable de realidades que nos azotan. La fuerza bruta, sin consideraciones ni tapujos de ninguna especie, es su arma extrema. Hay otra más sutil: la penetración en los países que se liberan políticamente, la ligazón con las nacientes burguesías autóctonas, el desarrollo de una clase burguesa parasitaria, es decir, el desarrollo de la burguesía que no agrega nada a la riqueza nacional que, incluso, deposita fuera del país, en los bancos capitalistas, sus ingentes ganancias mal habidas y que pacta con el extranjero para obtener más beneficios, con un desprecio absoluto por el bienestar de su pueblo”, decía el Che allá por 1965 en su famoso discurso de Argel donde una vez más, la vigencia de su pensamiento es inminente.
¿Cómo se une todo esto en una misma cosa? No tengo certezas aún, pero voy a intentar desglosar algunos hechos puntuales. La avanzada neofascista que hoy se encarna en una juventud reaccionaria que responde al núcleo duro de Milei nos sorprende con la conformación de un “brazo armado” que en partes busca intimidar, y en partes tiene un plan. Si tomamos en cuenta que desde 2015 un grupo que reivindicaba el nazismo como forma patriótica de rebeldía, que respondía a Biondini y Pampillon, viejos nacionalistas y sionistas, cometió más de 30 ataques en Mar del Plata y donde entre los apellidos de los acusados encontramos a dos Caputo, por lo menos nos tiene que hacer ruido. Hay algo que se viene cocinando a fuego lento.
Luego, el intento de asesinato a CFK, revolucion federal y todo ese cumulo de pibitos que el capitalismo en su fase mas feroz usa de forro.
Santiago Caputo usando la SIDE para armar su batallón de inteligencia digital, a la vez que incita la conformación de grupos de choque y los reiterados acercamientos del presidente con Israel, Macron, Elon Musk quien financió con 200 millones de dólares la campaña de Trump en EEUU. Hay una intencionalidad de que el capitalismo al servicio del mercado se imponga, y como se ve completamente debilitado en la opinión pública y el sentido común en torno a las instituciones lo hará a la fuerza, desplegará todas las armas posibles para instalarse como alternativa última de progreso social. A todo esto, tenemos que tomar conciencia de la peligrosidad que esto encarna. La acumulacion de poder que puede ir adquiriendo la figura de Javier Milei y su entorno mas “organico”, por asi decirlo, expresa ideas abiertamente fascistas. Los sistemas democráticos en el mundo parecen ordenarse al servicio de las burguesías tecnológicas que van desplazando a las tradicionales, en una suerte de reconfiguración de las élites con una agenda geopolítica en consonancia con los EEUU y las IA. El progreso es para los capitalistas, para el pueblo es el hambre.
Ante este escenario (en construcción) hacemos un llamamiento a la atención, a instar la creación de espacios mancomunados antifascistas y a promover el internacionalismo humanista organizado.
Como dice Bertolt Brecht en una reflexión sobre la verdad: «Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo».