Empresas como Caputo multiplicaron sus ganancias por 20 en el primer semestre, mientras la indigencia alcanza al 18,1% de los argentinos. El ajuste recae sobre los trabajadores.
Mientras la pobreza asciende al 52,9% y la indigencia al 18,1%, un estudio del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) reveló que en la primera mitad del año, las grandes empresas que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires protagonizaron un saqueo sin precedentes.
Estas compañías, en apenas seis meses, llegaron a quintuplicar sus ganancias. Y algunas, como la firma de la familia Caputo, incluso multiplicaron sus beneficios finales por veinte. Una fiesta de lucro que evidencia la voracidad de los grupos empresariales.
Los investigadores Agustina Haimovich, Claudio Lozano, Javier Rameri y Ana Rameri analizaron un panel de 26 grandes corporaciones, pertenecientes a 11 sectores clave de la economía. “Tanto los resultados operativos como los netos se quintuplicaron en el año”, sentencian los autores del estudio.
Pero la fiesta no se repartió por igual. Algunos sectores se destacaron por su sed de sangre. El rubro de hidrocarburos vio crecer sus resultados operativos en 709,6%, mientras que el bancario alcanzó el 450,6%. Y en cuanto a las ganancias netas, fueron los Caputo y sus socios quienes dieron el golpe maestro, con un increíble 2.788% de aumento.
Otras empresas que también multiplicaron sus beneficios finales por 20 fueron Telecom (+2.080%), Mastellone Hermanos (+2.050%), Tecpetrol (+1.860,4%) y Laboratorio Richmond (+1.325%). Números que reflejan la enorme ganancia de los sectores concentrados, principalmente en las finanzas, la extracción de recursos y los servicios públicos privatizados.
Mientras tanto, en las calles, el hambre avanza inexorablemente. Los salarios siguen casi 10 puntos por debajo del poder adquisitivo que tenían a finales de 2023, y el panorama laboral se oscurece día a día. ¿No bastará con el saqueo de las reservas y la hipoteca de la deuda para que estos depredadores se llenen? Es de imperiosa necesidad que el pueblo se alce y detenga este plan de ajuste, para evitar que la clase trabajadora quede condenada a una dependencia perpetua de las potencias extranjeras.