Para contextualizar, en el territorio de Indochina se venían organizando revoluciones socialistas, una de ellas fue en Vietnam. La guerrilla Vietcong había tomado el norte del país asiático, quedando el sur en manos de los imperialistas aliados a EEUU.
Estados Unidos venía re canchero contra los comunistas pese a su temporal alianza con la URSS frente al nazifascismo. El presidente Harry S. Truman ayudó a la monarquía griega en la década de 1940 a ganar su guerra civil contra las milicias del Partido Comunista de Grecia (KKE) y evitar una nueva revolución socialista en Europa. Además, la campaña anticomunista venía de ser un éxito en Malasia, Indonesia y Filipinas.
El primer fracaso del anticomunismo norteamericano fue en 1949, cuando Mao y el Partido Comunista Chino tomaron posiciones de poder y proclamaron la República Popular China, una república socialista vigente a la fecha, -si bien esto último es cuestionable-. En 1953, tras tres años de invasión, los yankees también pierden en Corea, aunque de forma parcial, ya que dejaron dividida la isla hasta nuestros días, siendo el Norte comunista y el Sur capitalista.
Los imperialistas empezaron a sentirse en aprietos, ya que en 1961 también pierden contra el pequeño ejército cubano en Bahía de Cochinos y no logran frenar la avanzada socialista en Cuba. Tenían que hacer algo grande y Vietnam parecía ser el lugar indicado. No sabían la tormenta que se les venía.
La guerra en Vietnam duró desde 1955 hasta 1975. Los imperialistas invadieron el país recién en 1965, luego de comerse palizas en China, el norte de Corea y Cuba. Los esperaban guerrilleros vietnamitas armados hasta los dientes y con trampas en las selvas que eran dignas de películas de ciencia ficción. Los imperialistas no pudieron con la estrategia del Vietcong y el resultado fue la retirada de las tropas en 1973 y el triunfo de los comunistas el 30 de abril de 1975 que puso fin a la guerra y al comienzo de la nueva república socialista.
Vietnam fue además una causa internacionalista que generó el movimiento contra la guerra más fuerte de la historia de Estados Unidos hasta la formación del reciente movimiento por el fin del genocidio en Palestina. De hecho, la causa por la paz en Vietnam y su autodeterminación como un Estado libre y socialista fue una de las causas que originó la corriente llamada “nueva izquierda”, una izquierda antimperialista y anticapitalista mucho más radical que la izquierda tradicional.
Hoy Vietnam es libre y socialista, pero EEUU no aprendió nada y sigue invadiendo países. Intervinieron en toda Latinoamérica con la Operación Cóndor, balcanizaron e invadieron Yugoslavia, luego Afganistán, Irak, Libia y recientemente Siria. Se metieron en el bando ucraniano contra Rusia en una guerra por la hegemonía imperialista, y siguen financiando el genocidio en Palestina. Todo eso mientras amenazan con intervenciones económicas o bélicas a México, Venezuela, Colombia, Cuba, Nicaragua y otros países con gobiernos de izquierda o antimperialistas.
Para nosotros, los antimperialistas, Vietnam es ejemplo, pero también el movimiento anti-guerra que se generó en la juventud de los años 60 y 70. Nuestra causa es la paz entre los pueblos y la lucha entre clases. Nuestra lucha fue, es y será siempre la de los vietnamitas: el triunfo final del socialismo.