La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció que declarará nulas las elecciones generales tras denunciar una “grave injerencia” del gobierno estadounidense encabezado por Donald Trump. La mandataria afirmó que lo ocurrido constituye un “golpe electoral en curso” y adelantó que llevará la denuncia ante la ONU, la UE, la Celac y la OEA.
El anuncio llegó en medio de la nueva paralización del conteo de votos, un episodio que Castro atribuyó a presiones externas y maniobras destinadas a alterar la voluntad popular. “El pueblo jamás debe aceptar elecciones bajo chantajes o intervención extranjera”, sostuvo.
Castro también criticó con dureza la reciente decisión de Washington de indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos por narcotráfico y vínculos con el crimen organizado. “Podrán indultarlo, pero sus crímenes contra el pueblo no se olvidan”, afirmó la mandataria.
La controversia encendió alarmas en la región. Analistas recordaron precedentes recientes de injerencia estadounidense en procesos electorales, incluyendo episodios en Argentina, Ecuador y durante la búsqueda de la reelección de Mauricio Macri en 2019.
En el plano electoral, la candidata oficialista Rixi Moncada quedó tercera detrás de los candidatos opositores de derecha, Nasry Asfura y Salvador Nasralla, lo que generó denuncias de estos sectores acusando al gobierno de intentar desconocer los resultados. Sin embargo, Moncada sostiene que hubo manipulación del sistema electoral, citando “26 audios” que revelarían adulteraciones en el TREP y en la biometría.
Las autoridades electorales, por su parte, responsabilizaron a ASD, la empresa colombiana encargada de la plataforma de tabulación, por la lentitud y fallas del recuento.
El partido LIBRE llamó a la movilización permanente ante lo que considera un nuevo intento de intervención extranjera y de quiebre democrático. La OEA, en tanto, se limitó a pedir garantías para resguardar los materiales electorales.
La situación en Honduras continúa abierta, con un clima político cada vez más tenso y la disputa por la legitimidad del proceso electoral en pleno desarrollo.