El ministro de Defensa, Guido Crosetto, explicó que la nave, que ya operaba en el mar de Creta dentro de la Operación Safe Sea, fue redirigida hacia la zona para eventuales tareas de socorro, especialmente a ciudadanos italianos que participan en la flotilla. La decisión se da días después de la masiva huelga general exigiendo al gobierno de Meloni que deje de ser cómplice del genocidio.
Los organizadores de las jornadas de lucha denunciaron que varios de los barcos de los tripulantes de la Flotilla Global Sumud fueron atacados por drones frente a las costas de Grecia, provocando explosiones. No es la primera vez que sufren incidentes: ya habían reportado ataques similares el 9 de septiembre cerca de Túnez.
Pese a que quisieron desacreditar y siguen tratando de invisibilizar a quienes se manifiestan por Palestina, que el gobierno ultraderechista de Meloni haya tomado esta decisión solo puede entenderse por la presión social. Es que, en más de 80 ciudades como Milán, Roma, Nápoles o Florencia, los obreros bloquearon y paralizaron el país, incluidos sitios estratégicos como puertos y ferrocarriles.
No obstante, Meloni se niega a reconocer al Estado de Palestina y pone como excusa que no reconocerá hasta que Hamás libere a los rehenes israelíes. Es por ello, y ante los nuevos ataques sionistas a la flotilla, que los sindicatos italianos llaman a una movilización en el día de ayer y anuncian otra huelga general.
La Unione Sindacale di Base lidera estas movilizaciones junto al movimiento “Blocchiamo Tutto”. Es un sindicato independiente con mayoría comunista y tendencias anticapitalistas. Es la primera vez desde 2003 que en Italia se organizan huelgas y movilizaciones en asambleas permanentes de un día para otro.
Mientras algunos gobiernos occidentales buscan canalizar la indignación internacional frente al genocidio palestino mediante gestos diplomáticos y procedimientos hipócritas, en Italia emerge una respuesta distinta: los trabajadores están protagonizando la reconstrucción de un movimiento antiimperialista con capacidad real de acción.
