La figura de Leon Trotsky ha sido siempre polémica, como la de su adversario José Stalin. Existen quienes llevan su figura en un ismo, el trotskismo, y quienes le detestan; también existimos quienes lo reivindicamos, sin ismos. Es que, negar a Trotsky es negar la Revolución Socialista de Octubre, es negar al organizador del revolucionario Ejercito Rojo y una mente brillante que, junto a Vladimir Lenin, llevó al Partido Bolchevique a la victoria.

Un día como hoy pero hace 84 años fue asesinado por Ramon Mercader, un militante comunista español agente del “estalinismo”. Trotsky se encontraba en Mexico, exiliado luego de que Stalin ganara el Comité Central del PCUS y comenzara una sangrienta purga que extermino a casi toda la oposición de izquierda a la que pertenecía Trotsky. Había fundado la 4ta Internacional en 1938 denunciando que la burocracia del PCUS estaba liquidando a la 3era Internacional leninista, hecho que se concreto en 1943 por ordenes de Gueorgui Dimitrov.

Previamente, entre 1922 y 1923, un Lenin retirado de la militancia por su enfermedad, escribió las famosas Cartas al Congreso donde criticaba duramente a Stalin y sus aliados, a la oposición por derecha Bujarin y a la oposición por izquierda Trotsky. Pese a las criticas, Lenin creía que Trotsky era el más capaz de conducir el CC del PCUS, y advertía con preocupación de las posiciones de Stalin. Por tal razón, Stalin se alió temporalmente a Bujarin para evitar que se divulguen las Cartas, a la par que instaló la persecución a la oposición de izquierda.

De más esta decir que Lenin tenia razón en sus advertencias, pues si bien Stalin logró industrializar el país en tiempo record después de librar una larga Guerra Patria contra el nazi-fascismo, dejó una corriente totalmente burocratizada y autoritaria que se mantuvo en el PCUS hasta la disolución de la URSS. Por ende, nosotros no haremos reivindicaciones trotskistas, pero si creemos que los puntos claves del pensamiento de Trotsky, que iban en la linea de Lenin, siguen vigentes y son necesarios para evitar las practicas “estalinistas”:

•  La teoría de la revolución como un estado permanente frente a la teoría de la revolución por etapas que justifican las alianzas con sectores de la burguesía nacional.

•  El Programa de Transición y la estrategia del Frente Único Obrero, frente a la estrategia del Frente Popular, enmarcado también en la disputa de “revolución permanente o revolución por etapas”
• El Internacionalismo Proletario como organización de la clase obrera bajo una nueva Internacional, en este caso creemos que hay que superar la 4ta por una 5ta Internacional.
•  La defensa del Centralismo Democrático como forma de organización partidaria; las instancias de Plenarios y Congresos frente a la burocratización del Partido.

Hay que releer a Trotsky, como a Lenin, pero sin “ismos”, aprender de los errores, para volver mas fuertes y garantizar el triunfo internacional del socialismo.