Con el veto presidencial a la Ley de financiamiento varias facultades y colegios universitarios se organizan en tomas y vigilias para que el Congreso mantenga en pie el presupuesto. Milei ejecuta la partida presupuestaria más baja en 30 años en términos reales y elimina el fondo del Progresar.
El Gobierno de Milei disminuyó el presupuesto universitario en un 31,5% en los primeros 7 meses del 2024 con relación al mismo período del año anterior. Vale recordar que el presupuesto de 2024 es una prórroga del de 2023, cuando hubo una inflación del 211,4%. Es el presupuesto más bajo en 30 años en términos reales.
El Congreso votó una ley de financiamiento que prevé una suba en las partidas presupuestarias para el funcionamiento de las universidades y una actualización salarial atada a la inflación. Sin embargo el Presidente la vetó y acusó a la comunidad universitaria de “degenerados fiscales”.
Mientras tanto, el Gobierno envió el presupuesto 2025 al Congreso que asigna la mitad de los fondos que reclaman las universidades. Esto es más ajuste para el año que viene.
Recibirán 3,8 billones de pesos para las 62 universidades nacionales, sus gastos de funcionamiento, salarios, los programas de investigadores universitarios, los hospitales universitarios, los doctorados, extensión, los colegios preuniversitarios y las carreras técnicas, entre otros. Según un informe del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación, el presupuesto previsto para el año que viene es más bajo que en el 2024 y es un 34,4% menos que en 2023 en términos reales.
Política salarial de humillación
En el caso del salario docente y no docente es 37,2% menos que en 2023. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) denuncia que el 70% de los trabajadores de la educación superior reciben sueldos por debajo de la línea de pobreza y miles no recibieron ningún aumento desde principio de año. Hoy la ministra Sandra Pettovello dispuso agregar un 5,8% al 1% de aumento salarial que había dispuesto para lxs trabajadores de las universidades. Esto es leído por los gremios como una maniobra del Gobierno mientras negocian para conseguir apoyo al veto de la ley de financiamiento en el Congreso.
La casta eran lxs que estudian
A su vez, el CIN suspendió el inicio de las Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN) debido a la falta de transferencia de fondos por parte de la Subsecretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Capital Humano. Esto deja a cientos de estudiantes investigadores sin posibilidades. Múltiples proyectos de investigación, becas, programas de extensión y más se encuentran suspendidos en las universidades por la falta de financiamiento.
Además, el Presidente hizo uso de las facultades delegadas por la Ley Bases y dispuso el cierre del fondo fiduciario que sostenía el Progresar, un sistema de becas para miles de estudiantes en distintos niveles.
El sistema científico enfrenta el peor ajuste en su historia, con despidos arbitrarios, recortes de becas y fondos para financiar proyectos, y falta de recursos para sostener los institutos. Milei eliminó el Ministerio de Ciencia, lo degradó a una Secretaría conducida por Alejandro Cosentino, un licenciado en Administración de Empresas sin experiencia en el campo científico y puso al Conicet en manos de Daniel Salamone, experto en clonación de animales. Además, en su cruzada contra la ciencia argentina el Presidente perpetró ataques públicos explícitos en múltiples oportunidades a la comunidad científica.
Plan de lucha
Luego de los paros que organizaron los gremios durante todo el año y dos grandes marchas federales en defensa de las universidades llegó el momento de profundizar. Es por eso que a lo largo y ancho del país las facultades deciden en asambleas las medidas de lucha. Hay colegios y facultades tomadas, otras en vigilia, en algunos puntos votaron movilizaciones. Lo cierto es que frente a los ataques constantes a la educación el hartazgo se hace notar y las universidades se mueven.