Milei nos dice que trabajemos hasta los 75 años

El Gobierno busca elevar a 75 años la edad jubilatoria y reformar la Ley de Contrato de Trabajo (20.744). Esto es, reforma laboral y reforma previsional que implica una extensión de 15 años en la edad jubilatoria en el caso de las mujeres.

Te parece que estás lejos de los 60? Bueno ahora te patearon la zanahoria 15 años más adelante.

Actualmente, las mujeres pueden jubilarse con 60 años de edad y 30 años de aportes, mientras que los varones pueden hacerlo a los 65. Para el Gobierno, lo ideal es que tanto varones como mujeres trabajen y aporten hasta los 75 años y se puedan jubilar recién a esta edad. 

Su argumento es que como ahora la gente vive más años, debería trabajar más tiempo. Sin embargo, por supuesto que no se fijan en la calidad de vida de los trabajadores. 

Lo cierto es que las personas que se jubilan, como cobran una miseria, igualmente trabajan después de su retiro para poder sostener la vida o tienen que recibir ayudas familiares para afrontar un costo de vida cada vez más caro. 

De lo que se trata es de ampliar legalmente la edad productiva, que nuestras vidas sirvan solamente para producir sin descanso en un sistema laboral al que ingresamos cada vez más temprano (en la informalidad haciendo changas o desde el sistema formal con pasantías y trabajos para adolescentes). Esto pasa sobre todo en las clases bajas donde tienen que salir a trabajar todos los integrantes de la familia para poner un plato en la mesa. 

Sin contar que los trabajos que hacemos se comen cada vez más tiempo de nuestro día queno se traduce en aumentos salariales ni reconocimientos de ningún tipo.

Además, para quienes tienen el privilegio de tener aportes, el Gobierno quiere volver al sistema previsional privado, como las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), es decir, un negocio para los empresarios. 

Milei intentó reformas laborales y previsionales más profundas de las que pasaron con la Ley ómnibus, que fueron anuladas por la Justicia en el caso del DNU 70/23 y votadas por la negativa en el Congreso en el caso de la Ley Bases. Los puntos pendientes son los que vienen a cobrarse con esta propuesta de reforma para la Ley de Contratos de Trabajo y con el Pacto de Mayo firmado por los Gobernadores, que en uno de sus puntos incluye “reforma previsional que le dé sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron”. 

En el día del trabajo doméstico, eso que hacemos mayoritariamente las mujeres porque se nos marca como destino desde que nacemos, trasciende que van por nuestro descanso. 

Según datos del INDEC somos nosotras quienes realizamos el trabajo de satisfacer las necesidades básicas para la existencia y el desarrollo de las personas del hogar y de terceros, lo hacemos de manera no remunerada y dedicamos el doble del tiempo que los varones a la realización de estas tareas. 

Cuando lo hacemos fuera de nuestros hogares, como trabajadoras domésticas, lo hacemos en la informalidad pese a que la ley 26.844 de Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares nos reconoce derechos como el aporte jubilatorio. Pero este Gobierno alienta a los empleadores a que no paguen los aportes. 

Las mujeres tenemos hasta doble y triple jornada laboral cada vez que trabajamos en nuestras casas, fuera de ellas y sostenemos los espacios de cuidados colectivos como comedores populares, refugios para víctimas de violencias, merenderos o centros de apoyo escolar. Ahora vienen a decirnos que tenemos que trabajar aún más. 

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