Agustín Laje, entrenado y formado por la CIA para “combatir terroristas” es un propulsor de discursos de odio. El ultraderechista y paleo conservador ha llamado en múltiples ocasiones a cometer crímenes de odio contra la izquierda primero y contra los “marronazos” después. Hay trolls como “Termo”, “Mati Smith”, “Pregonero”, “Milton Friedman” (que vive en Australia), “Ziberal”, hay militantes reales como el Gordo Dan y todos los que forman parte de Carajo TV, o los influencers de Neura (medio de Fantino) como el paraguayo AIe Sarubbi Benitez (ASB) y “Tronco” que están llamando a actos de violencia contra la oposición. Incluso, en menor medida, diputados como Marra y Romo son parte del aparato de propaganda liberal que llama a la extrema violencia contra sus opositores.
Hablando de Carajo TV, la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sale en una entrevista con el Gordo Dan en la que afirma básicamente que Cambiemos fue muy blando con la mano dura, aunque se cargaron a Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. La Ministra advierte que hay que ir más a fondo y combatir con mayor violencia a sus enemigos políticos y al mejor estilo Maduro o Ortega advierte que le da igual lo que diga Amnistía Internacional en sus informes sobre la violación de derechos humanos en nuestro país. Con estas declaraciones Bullrich allana un territorio para lo que siempre quisieron hacer: aniquilar a la clase obrera organizada.
A todo esto, el escenario empeoró con el tema Venezuela, el comodín de la derecha cuando necesita distraer al pueblo. En esta ocasión no se trata tanto de la denuncia hacia Maduro, si no también en un pedido a los militantes de Las Fuerzas del Cielo a, y cito textualmente, “no dejar entrar vivos” a los argentinos que se fueron a Venezuela a bancar a Nicolas Maduro. La situación está caldeada desde que el influencer Michello utilizó los mismos métodos de baiteo de Las Fuerzas del Cielo pero para con los opositores a Nicolas Maduro (eso incluye a los argentinos que piden la intervención en Venezuela). El tiktoker desató una reacción muy violenta hacia todos aquellos que, al igual que él, se fueron a Caracas. En el blanco de este “brazo armado” liberal están los pibes de “La Liga de la Justicia”, un grupo de kirchneristas influencers que formaron una suerte de organización con acción solo en las redes sociales. Todos estos muchachos han sido amenazados de muerte solo por ir a Venezuela, invitados por la Internacional Antifascista con el propósito de apoyar a Nicolas Maduro en su investidura presidencial. El objetivo de la derecha es hacerle sentir a estos jóvenes que no pueden volver a pisar el país, y si lo hacen, que sepan que son responsables de sus acciones si los agreden o les hacen algo peor. Y acá es cuando nos preguntamos ¿y si pasa algo?
Antes que Sabag Montiel le gatillara a Cristina Kirchner, la derecha llamaba a “ponerle una bala” a “la chorra”. A nadie le pareció grave porque amenazas de muerte siempre hubo y siempre las habrá, pero pasó. Y a más de 2 años de ese acontecimiento, muchos de los que lo organizaron están en el gobierno. Es el caso de Luis “Toto” Caputo, que financió a Revolución Federal, el grupo detrás de la organización del atentado. También está Gerardo Milman, quien dio las instrucciones a Brenda Uliarte, la novia de Montiel, y les dijo que “Cuando la maten yo estoy camino a la costa”, y efectivamente allí se encontraba cuando la bala no salió. ¿Podemos creer que estos dos capos del Pro actuaron sin el conocimiento de la líder de su partido, hoy Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich?
Pero volviendo a Las Fuerzas del Cielo, que están a la derecha del Pro en esta problemática. Sus militantes y funcionarios festejaron al policía que asesinó a un colectivero que tenía música alta a la madrugada. La excusa sería que la gente se está cansando de los “marrones” y empieza a hacer justicia por mano propia. Y así en este sentido hacen una suerte de convocatoria a uno, dos, tres, muchos asesinatos de “marrones”. Ahora bien, ¿qué es un marrón para ellos?
Un marrón es todo aquel que está en las antípodas de la “Argentina de bien” de la que habla Milei. No es el “Negro de Mierda” de los viejos antiperonistas, porque esa categoría solo incluye a los pobres, para ellos “negros” villeros, mientras que el “marrón” puede incluir tranquilamente a clase media o ricos que están en oposición al proyecto de Milei. Por dar un ejemplo rápido, Mayra Mendoza, que tiene mucha plata y es la intendenta de Quilmes es una “marrón” por ser kirchnerista. Caso contrario es Leila Gianni, que tiene flequillo y tatuajes similares a Mayra Mendoza, porque viene del mismo espacio, pero al sumarse a las filas de La Libertad Avanza, pasó a ser una “argentina de bien”. Seria algo así como, y parafraseando a Rodsquare: “podes ser un negro de mierda, pero no seas marrón, men”.
Con esta categoría LLA y sus aliados buscan construir un sentido en común culturalmente discriminatorio hacia quienes expresan opiniones y una cultura distinta a las de ellos. Sin embargo, entran todo el tiempo en contradicciones, porque para reforzar este sentido en común buscan retóricas xenófobas como su teoría del “plan Patria Grande” que contradice a su llamado defender a los venezolanos antichavistas y darles los derechos que a los argentinos les han recortado. Aclaro por las dudas que, según ellos, el Plan Patria Grande sería un proyecto de agenda secreta del kirchnerismo para llenar de inmigrantes Argentina y forjar un multiculturalismo que nos mantendría atrasado frente al “primer mundo”. Cabe mencionar que esto es falso, Argentina por suerte permite la inmigración, con derecho a la ciudadanía, a todos los habitantes del mundo, desde su independencia.
Así llegamos al último escalón de la avanzada fascista de LLA y sus aliados: el anticomunismo. Si algo caracteriza a los gobiernos neo fascistas es su lucha, de forma exagerada, contra un movimiento minoritario. En nuestro país jamás hubo un gobierno socialista y la izquierda siempre ha sido una fuerza pequeña, que como mucho llegó a ser una cuarta o tercera fuerza en sus mejores momentos y nunca a nivel nacional. Entonces, para esta nueva derecha “comunismo” es sinónimo a todo lo que sea un proyecto político más o menos humano. Pero no es de ignorantes el uso de “comunismo” como palabra adversativa en términos de Eliseo Verón, si no que es un anticipo, ellos saben que deben humillar, combatir y liquidar todo elemento socialista y comunista antes que se desarrolle y sean una verdadera amenaza muy difícil de controlar.
Sobre esto último, ellos saben que el FIT-U es una tendencia del comunismo, trotskista, y tiene una fuerza enorme al lado de la fuerza que el trotskismo tiene en otros países. A su vez, saben bien la enorme influencia que el guevarismo ha tenido en Argentina por ser la patria que vio nacer al Che Guevara. No es menor que aún hablan pestes de Roberto Mario Santucho, el histórico dirigente del PRT-ERP. Y a esto sumarle que otras fuerzas con influencia en Argentina son el maoísmo (por la CCC) y el comunismo libertario (por la FORA). Es decir, saben que en nuestro país la izquierda es mucho más radical que en otros países donde la hegemonía la tienen los Partidos Comunistas tradicionales, que desde los ‘90 se han adaptado al sistema electoral burgués y han dejado en un segundo plano la lucha de clases.
Si el proyecto de Milei no se instala por la violencia, no se instala por ningún lado, ya que económicamente hablando es miseria planificada. Y si nosotros pujamos un poco, los argentinos que apoyaron a Milei porque estaban hartos del peronismo, de los radicales y el Pro, tranquilamente podrían estar organizándose con nosotros en la lucha de clase por un gobierno de los trabajadores. Eso, de hecho fue lo que pasó en los ‘70 y tuvieron que apagarlo con una sanguinaria dictadura militar que hoy el gobierno reivindica, tapando pintadas por los 30 mil desaparecidos y desfinanciando a las instituciones que se encargaban de mantener viva la memoria. Y más recientemente ocurrió en 2001, cuando la clase obrera salió a tirar el régimen y gritaba “gobierno de los trabajadores y asamblea barriales”, es decir, querían cambiar el sistema deliberante burgués por una democracia directa y proletaria. Y esta nueva derecha sabe que para evitar eso tiene que aniquilarnos.
Lo que no está claro es qué van a hacer con los “marrones”, porque son millones en Argentina y serán más si siguen aplicando políticas de hambre y miseria que empujan a los trabajadores a la indigencia y la precarización. Si su sueño es ser Australia, Suiza, Noruega, Finlandia o esos países, tienen que aprender que allí hay trabajo para todos y que el Estado invierte muchísimo en lo básico, por eso se los conoce como los exponentes del “Estado del Bienestar”. Para nosotros es evidente que esos países son un desastre, porque siguen manteniendo la explotación del hombre por el hombre y de los recursos naturales, pero parece que Milei va más por el camino de EEUU, donde el Estado se ausenta de todo y aunque lo tapen, ya hay millones de cartoneros e indigentes que, a diferencia de Argentina, aún no se han organizado. Si esas políticas serán las que este gobierno piensa aplicar durante los próximos tres años, lo único que va lograr es que crezcan nuevamente las organizaciones sociales, que ya de por sí son el sostén de la clase obrera.
Y es que, al fin y al cabo, la única forma de combatir estas amenazas de LLA y sus seguidores es organizándose en colectivo como clase obrera. Lo que no quita que en estos días, lamentablemente veamos un crecimiento del odio hacia la oposición y las clases populares. Tenemos que resistir a esta avanzada neo fascista.
| Si las fuerzas vienen del cielo, tomaremos el cielo por asalto.