Los días 12, 13 y 14 de agosto se llevará a cabo un paro nacional docente universitario, acompañado además el día 12 por nodocentes.
No es la primera visita a criminales de lesa humanidad avalada por el espacio de Javier Milei. Ya que en marzo, funcionarios del Ministro Luis Petri visitaron la Unidad 34 de Campo de Mayo, donde se entrevistaron con «El turco» Julián -represor de la Policía Federal- y el genocida Juan Daniel Amelong, quien tiene estrecha relación con Victoria Villarruel.
El 11 de julio seis diputados de La Libertad Avanza visitaron la Unidad 31 de Ezeiza, reservada a delitos de lesa humanidad. Allí se reunieron con Alfredo Astiz, Antonio Pernías, Carlos Guillermo Suarez Mason y Adolfo Donda.
Las declaraciones procesistas y los silencios que dicen
Beltrán Benedit de LLA Entre Ríos, organizó la visita. Este diputado fuertemente conservador se ganó un minuto de fama en los medios cuando, en junio, se opuso al proyecto de señalizar con estrellas amarillas las rutas en las que hayan sucedido accidentes fatales. Las calificó como un símbolo pagano y remarcó su idea de la Argentina como un país que fue, es y debe ser católico; y que la estrella amarilla representaba un “símbolo pagano”. El 15 de marzo visitó condenados por delitos de lesa humanidad en Campo de Mayo, junto con la diputada Alida Ferreyra.
Las declaraciones de Benedit fueron las más directas. Afirma que los criminales de lesa humanidad fueron encarcelados por “delitos falsos” y pide por su liberación, repitiendo el clásico discurso procesista, ya que ni siquiera habla de “excesos”, sino que hace una reivindicación y negación total.
Cabe destacar que si bien aún no se pronunció al respecto, se sabe que Alida Ferreyra realizó visitas con la Unión de Promociones, una organización liderada por el Coronel Guillermo Viola (involucrado en la Masacre de calle Corro, en la que perdió la vida Victoria Walsh) que busca la liberación de los militares.
En cuanto a la diputada María Fernanda Araujo, coach ontológica de profesión, diputada de LLA por CABA, tampoco hubo una pronunciación. Y no hay mucho más historial político además de ser una ferviente provida anteriormente cercana a Gómez Centurion, y perteneciente al “ala derecha” de una agrupación de familiares de caídos en la Guerra de Malvinas.
El último en nuestra lista de los que no declararon es Guillermo Montenegro de LLA Buenos Aires. Quizás no hace falta que declare ya que su posición es clara: fue vicepresidente de la juventud del MODIN, el partido de Aldo Rico; además de ser la mano derecha de Victoria Villarruel, fue su jefe de despacho cuando era diputada.
Las ignorantes (o no tanto)
La primera que intentó despegarse fue Rocío Bonacci de LLA Santa Fe, que afirmó que fue llevada engañada, bajo la excusa de ser una investigación sobre las condiciones carcelarias. Sin embargo afirmó que Karina Milei, Martín Menem y Guillermo Francos conocían de antemano que se iba a realizar esta visita, y que, en el mejor de los casos, lo dejaron suceder sin entrometerse.
La diputada Rocío Bonacci es hija del político santafesino José Bonacci, titular en esa provincia del MODIN en su momento y también de espacios como el de Amalia Granata o Gómez Centurión. Es conocido por defender el uso de esvásticas con el argumento de ejercer la “libertad de expresión”, simpatizar con Mussolini y ser afín a Alejandro Biondini. Su madre también es diputada provincial por el partido conservador-reaccionario de Amalia Granata. No podemos acusar a los hijos de lo que son sus padres, pero la diputada Bonacci declaró que se sumó a LLA por su afinidad con las ideas de Villarruel.
La declaración más comentada fue de la diputada Lourdes Arrieta de LLA Mendoza, que afirmó “no saber” quienes eran los represores que visitó, dando la (y pido disculpas por el vocabulario) estúpida excusa de “haber nacido en 1993”. Obviando que ella misma se ha reivindicado como parte de la “familia militar” y es hija de un militar denunciado por tortura a los soldados argentinos durante la Guerra de Malvinas. La diputada afirmó que votará a favor de que se investigue en Cámara de Diputados el hecho, porque ella “fue engañada y puede demostrarlo”, y nunca reivindicaría “el período más oscuro de nuestra historia”.
Esto último nos presenta una duda, en la que ambas opciones son negativas: ¿Está la diputada Arrieta mintiendo para escapar de las consecuencias de sus actos? ¿O realmente es tan ignorante sobre la historia de su propio país, sobre todo de la “familia militar” de la que tanto se enorgullece?
En cualquiera de los dos casos queda más que demostrado que es incapaz de ejercer su cargo, ya sea por la incapacidad moral de su cercanía a represores o su ignorancia de la historia reciente de su patria.
Declaraciones cruzadas en LLA
Si bien Rocío Bonacci dirigió parte de la culpa a Martín Menem, este restó importancia y se negó a declarar más allá de que “son cuestiones personales de los diputados, no una decisión del bloque”. Algo similar dijo Javier Milei, que afirmó que él “no lo hubiera hecho” pero sus partidarios son libres de reunirse con represores porque en su espacio “prima la libertad”. Por otro lado funcionarios de Petri reivindicaron la visita y pidieron prisión domiciliaria para los represores.