Ante las reiteradas acusaciones de que estamos siendo funcionales a Massa, cuando ni siquiera hemos declarado nuestro apoyo público a la candidatura de Juan Grabois, vamos a teorizar sobre la dialéctica de las contradicciones. De entrada sabemos que vamos a perder un par de seguidores.
En términos de Marx, toda forma que adquiere el movimiento contiene su propia contradicción particular. Esta contradicción particular constituye la esencia particular que diferencia a una cosa de las demás.
Según el materialismo dialéctico, la contradicción existe en todos los procesos de las cosas objetivas y del pensamiento subjetivo, y los recorre desde el comienzo hasta el fin; esto constituye la universalidad.
Las contradicciones en Mao
Para Mao, es necesario entender y estudiar la dialéctica de las contradicciones, puesto que asi llegamos a comprender realmente destruir el pensamiento dogmático, opuesto a los principios fundamentales del marxismo. Este pensamiento es perjudicial para la lucha obrera, puesto que impide el desarrollo de las fuerzas revolucionarias en la unidad y lucha de los contrarios.
Las contradicciones en Lenin
Textualmente, Lenin decía que: “La unidad (coincidencia, identidad, equivalencia) de los contrarios es condicional, temporal, transitoria, relativa. La lucha de los contrarios, mutuamente excluyentes, es absoluta, como es absoluto el desarrollo, el movimiento.”
Con esto, nos dice que todo proceso tiene comienzo y fin, todo proceso se transforma en su contrario y la permanencia de todo proceso es relativa.
El problema con Grabois
Desde los sectores trotskistas plantean que Grabois tiene el deber de ser una colectora de votos por izquierda para Massa. Con esta lógica, solo el Frente de Izquierda representa los intereses de la clase obrera, y militar la candidatura de Justa y Soberana seria estar alineado por uno de los bloques de la burguesía nacional (UxP)
Pero esto es solo una lógica puramente electoralista. Acá buscamos profundizar el debate.
Y es que el problema tampoco esta en el trotskismo. Su mirada, no es la misma que la de los otros marxistas, y esta en su derecho autoreivindicarse como los auténticos comunistas. El problema recae sobre nosotros cuando rechazamos sus posiciones como erróneas.
Nos consideramos de Izquierda Popular, coincidimos con Marx, Engels Lenin y Mao. Y elevamos esa unidad de contrarios mas allá de lo electoral.
¿Qué hace Grabois con las listas del PJ con represores como Berni? Por que engancha su lista a todas las del PJ, menos a la de Rivarola en Jujuy? La respuesta es tan simple como contradictoria: negociar. No hay otra respuesta que no sea la de utilizar la unidad y lucha de contarios para sostener y avanzar en la profundizaciones de derechos. Ahora bien, si nos dejamos llevar solamente por la ideología, Grabois es un traidor.
Sabemos que el marxismo no es idealista. Lenin tuvo que negociar con los alemanes para organizar la revolución en Rusia. El costo fue que los anarquistas le intentaron derrocar por “traidor a la clase obrera”. De esta manera, si nos mueve el dogma, podremos decir a viva voz que Grabois es el candidato de la derecha peronista para contener los votos por izquierda. Por ende un traidor y como frutilla del postre, es amigo del Vaticano.
Unidad y lucha de contarios
Pero nosotros no somos dogmáticos. En nuestra concepción de la unidad y lucha de contrarios, entendemos el rol de la candidatura de Juan Grabois como también entendemos el rol histórico que cumple el trotskismo argentino. Ahora bien, entre la izquierda popular y la izquierda trotskista existe también una unidad y lucha de contrarios, incluso mas fuerte de la unidad electoral:
Es la unidad de accion y lucha de la clase oprimida, cuya manifestación es material y permanente.