Javier Milei y un gobierno basado en puras mentiras

El lunes 15 de septiembre de 2025, Javier Milei anunció el proyecto de Presupuesto 2026 con un discurso lleno de mentiras. Según su discurso, “lo peor ya pasó” y el país crecerá al 5% anual gracias al superávit, o incluso al 8% si se agregan reformas. Si estas proyecciones fueran ciertas, Argentina estaría camino a ser una de las tres potencias mundiales en tres décadas.

 

La ironía es que, en paralelo, los ingresos fiscales caen, la inversión se retrae y la deuda se encarece. La promesa de bonanza futura es, en realidad, una versión aggiornata del “sufra ahora, disfrute después” que ningún inversor global ni ciudadano común cree ya. La sociología de la mentira en política enseña que el engaño no es solo ocultar datos, sino manipular emociones colectivas.

 

En una cadena nacional grabada desde la Casa Rosada, el mandatario ensayó una promesa de aumento en partidas sociales que no recupera la contracción acumulada a lo largo de la gestión libertaria. Para peor, el incremento está previsto sobre la proyección de una inflación irreal, por lo cual se podría generar un efecto contrario que hunda más el gasto público en salud, educación y jubilaciones.

 

Justo este miércoles está prevista la marcha federal para presionar al Congreso en el tratamiento de la ley de financiamiento universitario. Casi a modo de provocación, el mandatario informó que pagarán 4,8 billones de pesos al sistema universitario. Lo que Milei busca no es otra cosa que un manotazo de ahogado para recuperar la credibilidad a base de manipulación.

Para equiparar los gastos realizados el año pasado, el Gobierno debería invertir $ 4,6 billones en lo que resta de 2025 y $ 6,2 billones para igualar el nivel de 2023. Es decir, la promesa de giro de recursos no absorbe la pérdida registrada.

 

En cuanto a Salud, para este año, la caída es del 20% para la función Salud y del 52% para el presupuesto del Ministerio de Salud. El problema mayor es que el total para 2024 fue de 4,9 billones de pesos y para 2025 de 5,2 billones de pesos, con una variación del 6,2%. Es decir, una pérdida en términos reales del 52%.

 

La Agencia Nacional de Discapacidad, en el centro de las denuncias de corrupción, sufre un recorte en su ejecución de 14%. Sobre este punto, Milei supone una suba del 5% real sobre las pensiones tras un proceso de auditorías que ya demostraron ser expulsivas sin argumentos. No es ni la mitad de lo que han recortado, pero vamos, que es un poco más que el 3% que se lleva Karina.

 

Hay otros datos más que desmienten a Milei, pero está claro que su prioridad es desacreditar la marcha de mañana. Por esto es importante salir a movilizarse en todo el país contra este gobierno de corruptos y mentirosos. El presupuesto 2026 no es un plan de gobierno, es el último comodín que le queda al gobierno para tratar de sostenerse en el marco de escándalos de corrupción y pérdida de credibilidad de su mandato.