Venezuela ya no es el centro de disputa, ni el reflejo de todo lo que esta mal. Maduro logro vencer la crisis que genero el bloqueo imperialista y recupero su imagen. Además, al lado de gobiernos como el de Milei, que en pocos meses destrozo la economía de Argentina, la derecha no tiene cara para atacar a Venezuela. De hecho, Maduro nos usa como nosotros los usábamos a ellos, en sus campaña les pregunta a los votantes: “¿quieren ser como la Argentina de Milei?”.
Es que, incluso el propio FMI afirma que Venezuela sería la economía de Latinoamérica con más crecimiento en 2024. Le seguirían Paraguay con un 3.8%, Uruguay con un 3.7% y Perú con un 2.5%. El último país de la lista de este top 5 sería México, con un 2.4%. Mientras que la Argentina liberal y primermundista de Javier Milei caería un 2,8%. Parece ser que las políticas “socialistas” son mas efectivas que liberar por completo la economía y dejarla a mercer de un mercado global en crisis.
Una tensa relación entre la izquierda y Maduro
Cualquier militante del PCV oficial nos va saltar con que el TSE le quito la tarjeta al Comité Central y se la dio al grupo de Henry Parra. Es verdad, como lo que nos pueden decir los compañeros del MST y la LIS ante la detención de un militante de Marea Socialista. Siendo de izquierda también, la relación del GPP (frente de gobierno) con el resto de los partidos de izquierda es tensa. Y aunque para nada justificamos los hechos mencionados, es normal las tensiones entre las izquierdas.
Lo sabemos, para muchos de ustedes el GPP y Maduro no son de izquierda. Sabemos que muchos de los nuestros los consideran incluso de derecha. La cuestión aquí es que quien puede sacar a Maduro es el agente del imperialismo, Edmundo González de la derechista MUD, por lo que es muy arriesgado militar por la derrota de Nicolas Maduro. Por eso, y como estamos viviendo en carne propia un gobierno de la nueva derecha, preferimos una victoria popular del chavismo y que quienes estén a la izquierda de Maduro tensionen desde adentro.
Por una Patria Grande antimperialista
Nuestro continente vio grandes avances sociales y económicos cuando teníamos el UNASUR, el ALBA y un Mercosur fuerte. Es decir, cuando caminábamos un proyecto independiente y antimperialista. Ecuador y Argentina son el claro ejemplo de países que giraron a la derecha y hoy sufren profundas crisis, donde de yapa la izquierda pierde fuerza al ser incorrectamente vinculada con los ex gobiernos progresistas. A Maduro no hay que cambiarlo por la derecha, hay que presionarlo para que siga el rumbo al socialismo de Chavez.
En este sentido, es importante que se sostengan los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Colombia, Chile, Honduras, Guatemala, México, Cuba, Nicaragua y Brasil, y apostar por que en otros países, como el nuestro, haya un gobierno popular y antimperialista. Es necesario recuperar la UNASUR, y reconstruir el proyecto que supimos construir, y en ese sentido poder identificar quienes proponen eso y que posibilidades de gobernar tienen. En nuestro país, solo Grabois lo propuso y por eso lo votamos, aunque nos llovieran criticas.
Volver a hablar del socialismo
Ahora bien, vimos los discursos de Maduro y las campañas del PSUV y honestamente nos preocupa como acompañan con otras palabra la palabra socialismo. Muy en la linea de Grabois cuando hace malabares para proponer una salida socialista utilizando al “justicialismo” como comodín. Hay que dejar de tener miedo, y como Chavez, Evo y Fidel, proponer no solo el rumbo latinoamericano al socialismo, si no la Quinta Internacional, y mas ahora que la extrema derecha crece sin camuflarse.
Por que quieren derrotar a Maduro?
Los capitalistas están desesperados, se involucran en politica para saquear recursos naturales en Latinoamérica, Asia y África. Los pueblos oprimidos del mundo que se levantan deben ser defendidos, sin perder la capacidad de ser críticos, pero sin caer en el infantilismo. Es decir, es importante decir las cosas como son, hace falta radicalizar las políticas de Estado en Venezuela, pero no olvidar que las elites burguesas quieren derrocar a Nicolas Maduro para quedarse con PDVSA, que es la mayor fuente de petróleo del mundo.