Frente a este presente de miseria que están sembrando

Por Agitacion.

11.08.2024

Estamos ante un presente de miseria planificada y una de las peores crisis general de la historia de nuestro país. De un lado, el gobierno del hambre que se saca fotos con los genocidas, del otro lado, la oposición que le armo la listas al gobierno y le presta funcionarios, con sus dirigentes denunciados, procesados o detenidos por violencia de genero y abusos sexuales. Es la descomposición capitalista en su máxima expresión, y ante ello es urgente construir una oposición obrera.

Estamos ante un presente de miseria planificada y una de las peores crisis general de la historia de nuestro país. De un lado, el gobierno del hambre que se saca fotos con los genocidas torturadores, del otro lado, la oposición que le armó la listas al gobierno y le presta funcionarios, con sus dirigentes denunciados, procesados o detenidos por violencia de género y abusos sexuales. Es la descomposición capitalista en su máxima expresión, y ante ello, es urgente construir una oposición obrera.

 

La denuncia de Alberto Fernandez ocupó centralidad en los medios, y es que no es para menos ya que se trata del primer ex presidente denunciado por violencia de género. Pero esto no es todo, mientras al peronismo le encarcelan o procesan dirigentes ya no solo por corrupción si no por abuso sexual o violencia de género, del otro lado, caen libertarios por conservar imágenes de explotación infantil, o por mandarle sicarios a la esposa, y se sacan fotos con abusadores torturadores en las cárceles. Estamos ante la máxima expresión de pudrición del régimen capitalista, y no nos sirve creer que el peronismo o los progresistas son la solución, y que los que gobernaron antes “no eran peronistas” o “progresistas”. Son partidos del régimen, están corrompidos por el régimen, lo que esta fallando no es solo un partido o un grupo de partidos, es toda la estructura de poder capitalista. No son casos aislados, es su forma de hacer política.

 

No solo hablamos de estos casos cuando decimos que está todo podrido, estamos hablando también de que hoy casi un 60% de los argentinos estamos muy por debajo de la línea de la pobreza, y la cifra podría escalar a niveles históricos de seguir por este rumbo. El gobierno se la fuga, junto a los grandes capitalistas, pero lo hace a sabiendas de que tiene el comodín de que siempre se justificaran con que “peor es ser kirchneristas”, adjuntando pruebas de la corrupción de los ex gobiernos peronistas, y obviamente ocultando la corrupción de sus funcionarios que participaron del gobierno macrista y de La Alianza. El presidente Javier Milei dijo que íbamos a pasar hambre, que sus políticas nos iban a condenar a morirnos de hambre pero que el Estado no debería hacer nada, porque no debe intervenir. Pero el Estado interviene para que las familias oligarcas puedan seguir incrementando su acumulación privada, y los grandes capitales extranjeros sigan saqueando nuestros recursos. Cuando Milei te dice que vos, que yo, que nosotros vamos a hacer lo que tengamos que hacer para no morir de hambre en realidad deja las incognitas abiertas:

 

Podemos elegir desde pluriemplearnos, vender lo que tengamos para curbrir gastos, prostituirnos, vender drogra, robar, o incluso organizarnos como clase obrera para derrocar a este gobierno. Pero Milei, y la mafia que nos gobierna, saben que estamos lejos de esto último. Por eso nos entretienen con el pan y circo, aunque a su favor, tienen razón cuando critican al gobierno anterior y a todo el arco que representa el kirchnerismo y los progresistas, con sus políticas fallidas. Y éstos, en vez de hacer una autocrítica solo buscan escuxarse y fingir que no tuvieron nada que ver con los hechos que se le acusan. En el medio la izquierda lamentablemente queda pegada, en el sentido común, al kirchnerismo. Y cuando denunciamos todo esto, el peronismo instala que le hacemos el juego a los libertarios. Es la maldita posverdad.

La posverdad

Para poder instalar una narrativa en el sentido en común de la gente, el régimen encontró una excelente herramienta ensayada en los inicios del posmodernismo: la posverdad. Esta herramienta consiste en que si yo digo algo, que es cierto, y tiene poca visibilidad, pero los poderosos dicen algo, que es falso y tiene mucha visibilidad, la verdad no será lo que diga yo, será lo que mas visibilidad tenga. Si Milei dice, por ejemplo, que Alberto Fernandez es comunista y los comunistas son responsables de todo el daño que hizo el pésimo gobierno del FdT, que también seria comunista, por más que no lo sean, genera un sentido de verdad, porque es la palabra del presidente, con todo el peso mediático que eso significa, contra la palabra de nosotros, los nadie.

 

A su vez, si Cristina Kirchner dice que ella no tiene nada que ver con el gobierno anterior, que Alberto Fernandez no tenía la misma línea y mirada que ella, La Campora y el resto de organizaciones que la respaldan. Y en este sentido te dicen que salir con los tapones de punta contra el peronismo es ser funcional a la derecha, tenes que tener en cuenta que son los lideres de la oposición, lo único que tenemos, el mal menor frente a Milei.

 

Esta misma lógica, a veces, se impone también dentro de la izquierda.

 

Ahora bien, no se puede romper con la posverdad, y menos cuando encontraron en el algoritmo una forma de censura excelente, perfecta, para instalar su narrativa y destruir la verdad: el “shadowbaneo”, es decir cuando la plataforma silencia tus publicaciones, sin avisarte, sin razón alguna, de forma arbitraria, y sin que te enteres hasta que veas que nadie ve tus publicaciones. Lisa y llanamente, no se puede contra la posverdad, solo hay una forma de romperla y no es ni mediante medios de comunicación ni redes sociales, no es con el algoritmo, tampoco lo es de forma digital, no es mediático siquiera. La única forma de romper con la posverdad, es cuando la verdad se convierte en algo tan crudo, que no hay forma de manipularla, que sale a la luz por su propio peso, y ahí es cuando nosotros debemos aprovechar para visibilizar esa verdad.

 

Me explico, el gobierno puede decir lo que quiera, la “oposición” peronista o macrista puede decir lo que quiera, porque se sienten dueños del poder, y de hecho lo tienen, pero cuando los hechos materiales son imposibles de manipular, la furia popular es incontenible. No se puede bajo ningún término esperar que un obrero acepte la miseria que se le impone, nadie quiere morirse de hambre, nadie quiere que le roben el salario, y cuando las contradicciones de clase se agudicen tanto pero tanto que no haya forma alguna de seguir profundizándola, las calles serán el epicento de un hervidero que matarán a la posverdad, al posmodernismo en el que vivimos, y pondrán al régimen en grandes apuros. Esa es la única forma de que se rompa la posverdad, mientras tanto, no podemos hacer mas nada que resistir y prepararnos para cuando todo estalle.

Ni liberales ni peronistas, Marxistas-Leninistas

Comienza el paro de 72 horas de docentes universitarios, en reclamos de salarios que al menos cubran la canasta básica. Es que, hoy un docente universitario cobra de base menos de 400 mil pesos, mientras que según el propio INDEC, se necesitan 873 mil pesos para cubrir la canasta basica. Estamos ante los peores salarios en décadas, y la brecha se profundiza conforme crece la recesión económica. En este marco, el movimiento universitario también se suma a la lucha docente, puesto que además del salario docente hay que contemplar las becas miserables que ofrece el Gobierno y las gestiones de las universidades, que no alcanza ni para cubrir los gastos de transporte de los estudiantes. Al igual que otros sectores obreros, el sector de la educación no tiene otra salida mas que organizarse con planes de lucha.

 

No somos peronistas, pero se puede recuperar de Peron aquella frase que dice “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”. Hay que ir por la segunda, porque dejaron en claro que son unos traidores y que al pueblo solo le queda salvarse por su propia organización. Volvemos al principio, estamos ante un punto quiebre de la historia de nuestro país, el contrato social capitalista muestra su peor cara, y tanto el gobierno como la oposición defienden los mismos intereses, dejándonos en claro que necesitamos una oposición obrera, una oposición de izquierda con independencia de clase.

 

No le debemos nada a nadie, ellos si nos deben una vida digna. Ante este presente y futuro de miseria que están sembrando, tenemos que estar más que nunca en las calles, en las barricadas, en el frente de batalla, en la primera linea de fuego. Como medio de comunicación desde la clase obrera nos ponemos al servicio de la clase obrera, acompañamos las luchas obreras y denunciamos al gobierno y sus aliados, a la burguesía y sus partidos patronales. Ni liberales ni peronistas, Marxistas-Leninistas.