
El llamado lo realizó durante su intervención en la que le habló a la militancia comunista. El mandatario subrayó la necesidad de fortalecer la democracia interna del Partido para poder dar grandes avances en el desarrollo del pueblo cubano. En ese sentido, remarcó la importancia de mantener un contacto permanente con la población y de promover su participación activa en cada proyecto y política pública.
Díaz-Canel también llamó a ser más exigentes con los cuadros, a transparentar la relación con la sociedad y a centrar la acción política en los problemas concretos de la gente. En un contexto marcado por el recrudecimiento de la guerra económica y mediática contra la isla, sostuvo que “cada día de Revolución es una victoria”, reafirmando la vigencia del proceso socialista cubano frente a las presiones externas.
Se trata de una lección también para los partidos de izquierda de la región, ya que no es un secreto que muchos de ellos, sobre todo los partidos comunistas tradicionales, están sufriendo importantes retrocesos en su construcción por la tendencia a la burocratización con la que cargan desde hace décadas. Los Comités Centrales deben accionar teniendo en cuenta a la militancia de base y no delegar por sobre las opiniones de esta. En Cuba, el PC es Partido Único, pero en países como el nuestro, si los Partidos se burocratizan, lo normal es que la militancia se vaya frustrada.
Díaz-Canel da cuenta de que si el centralismo democrático no funciona, el Partido no funciona. Y si no funciona el Partido, los procesos se ven limitados al cargar con problemas en la herramienta de la clase obrera para organizarse.