En Mayo de 2024, el entonces Jefe de Gabinete Nicolás Posse afirmó que, luego de un proceso de auditorías, el Ministerio de Capital Humano «descubrió» que casi el 50% de los comedores populares eran falsos, fomentando la idea históricamente fogoneada por la derecha de los «comedores fantasma». Con este argumento también tanto funcionarios como medios afines al gobierno acusaron a las organizaciones sociales de robar los alimentos proporcionados por el Estado.
Sin embargo, a más de un año de esta acusación y gracias a un pedido de informe de la diputada justicialista Zaracho, el Gobierno admitió que nunca se llevaron a cabo tales auditorías. Lo que el ministerio definió como «auditorías» fue un pobre proceso de relevamiento sumamente irregular, que no se condice en nada con la estricta metodología de la auditoría. Y quizá lo más indignante de todo esto: ese informe que acusó a «casi el 50%» de los comedores de ser falsos tomó en cuenta tan solo 2.193 casos. ¿Por qué es indignante? porque en Argentina hay más de 34.500 comedores populares, por lo que el relevamiento del Gobierno fue de apenas un 6%. Esto sin mencionar que de los relevados la gran mayoría denunció que aparecían como tales pese a que nunca se presentó ningún representante del Estado.
Estamos frente a una muestra más de cómo este gobierno miente impunemente para atacar a las organizaciones sociales y al proletariado en general. Esto no es una «manipulación de datos» —que se dice pronto—, es difundir información falsa para justificar niveles de corrupción que no se veían desde hace décadas; para amedrentar al pueblo trabajador que resiste y lucha. No olvidemos que es la misma ministra que dejó pudrir kilos y kilos de comida en galpones, que evade la ley porque sigue negando ayuda pese a las denuncias llevadas a cabo por la justicia.
Cada vez queda más demostrado que no hay vía más que la lucha, que los gobiernos capitalistas pueden llevar a cabo los más horrorosos actos sin ninguna reprimenda por parte de este sistema liberal-democrático que los ampara. Es necesario que esta gente sea juzgada y condenada por el único representante legítimamente popular: el propio pueblo liberado de toda cadena demoliberal capitalista.
La victoria en las elecciones legislativas de la provincia, con el 82,22% de las mesas escrutadas, le dio un 46,93% de los votos al oficialismo provincial, un resultado que frena en seco el proyecto nacional de La Libertad Avanza (LLA) de Javier Milei, que se quedó con un 33,85%, muy por debajo de sus expectativas. La jornada transcurrió con normalidad pese a algunas demoras iniciales, con más de 14,3 millones de electores habilitados para elegir senadores, diputados, concejales y consejeros escolares. El resultado se dá bajo un claro rechazo a una gestión nacional, en el territorio donde se sostiene uno de los principales adversarios del gobierno libertario.
El peronismo mantiene la provincia
El triunfo de Fuerza Patria no fue solo en números generales, sino que se materializó en el territorio. La alianza se impuso con claridad en su bastión tradicional, la populosa Tercera Sección electoral, y extendió su victoria a las Primera, Segunda, Cuarta, Séptima y Octava secciones. El ejemplo más elocuente se vivió en La Matanza, donde la lista encabezada por la vicegobernadora Verónica Magario y Fernando Espinoza doblegó en votos a LLA, alcanzando un 56% de apoyo. El mensaje de las urnas fue claro: el electorado castigó al oficialismo nacional por una crisis que se percibe como propia de su gestión.
Mientras el bunker peronista estallaba en festejo, la derrota obligó a una sorpresiva reflexión en el espacio libertario, a un presidente que se caracteriza por sus reacciones exaltadas. Un Javier Milei alejado de su eufórica retórica habitual reconoció una clara derrota política, prometió una profunda autocrítica aunque ratificó el rumbo de ajuste económico de su gobierno, una insistencia que muchas instituciones financieras pueden ver como una falla.
Dos bancas para la izquierda y un panorama nacional reconfigurado
Más allá del duelo entre las dos fuerzas principales, el Frente de Izquierda se consolidó como la cuarta fuerza provincial y la tercera fuerza política en las secciones más numerosas. Su desempeño le permitirá ingresar con dos diputados provinciales por la Tercera Sección, donde la lista que encabeza Nicolás del Caño logró un 5,7% de los votos. En Baradero de hecho ganó el FIT-U, ¿se viene el Soviet de Baradero?
Impacto económico del traspié oficialista
La derrota de LLA en las elecciones de PBA no solo tuvo un impacto político, sino que también encendió alarmas en el ámbito económico, generando incertidumbre sobre cómo reaccionan los mercados este lunes. La amplia diferencia de más de 13 puntos a favor del oficialismo provincial aumentó la tensión entre inversores y ahorristas, especialmente después de una semana marcada por una fuerte presión sobre el dólar.
Antes de los comicios, el Gobierno ya había decidido intervenir temporalmente el mercado cambiario para contener la suba de la moneda estadounidense, utilizando fondos propios del Tesoro —no las reservas del Banco Central— con el objetivo de calmar la especulación en un contexto pre-electoral. Sin embargo, el domingo por la noche, tras conocerse los resultados, el dólar cripto —el único que cotiza fuera del horario bancario— superó los $1430 e incluso llegó a tocar los $1450, mostrando la nerviosización inmediata del mercado. Para este lunes, se espera que el dólar oficial abreabra en $1380, pero analistas anticipan volatilidad y posibles subas durante la jornada. Por su parte, el dólar blue cerró la semana anterior en $1370.