En un momento de la industria musical en el que se privilegian los números de streams y las canciones vacías y carentes de sentido, Lali se posicionó como una figura trascendental en la música argentina y nos brindó una pieza que nos interpeló en todos los sentidos.

No es novedad que Lali se reinvente y busque ir en la dirección contraria de donde va la ola. Con su disco anterior, LALI se movió para las pistas electro pop y se diferenció de sus pares nacionales, buscando tal vez un sonido más internacional.

Además, tuvo guiños hacia artistas renombradas del pop como un sample de Britney o referencias a Cher en sus shows. Aunque sin dejar sus raíces nacionales, como en la canción “Como Tú”, en la que en el vídeo oficial aparecen bailando malambo moderno junto a los Malevo.

Pero esta vez se metió de lleno en la cultura argentina. Hace más de un año nos viene dando pistas sobre su nueva era, con reversiones de clásicos del rock nacional como “Mil horas” o “Yegua”, y recientemente “Loco un poco” junto a Turf.

Esta Lali rockera, contestataria e irreverente que nos encanta, no dejó su identidad de estrella pop de lado. En este disco realizó una mezcla perfecta de rock y pop, con guitarras fuertes y protagonistas, y baladas románticas, como “Morir de amor” y “No hay héroes”.

Su postura política también se encuentra presente en esta pieza, no desde un lado partidario, sino como una reafirmación de su identidad como mujer militante de los derechos de la comunidad Lgbtq+, invitando a participar a Susy Shock en el vídeo oficial de “Morir de amor” y buscando representar la diversidaden “Sexy”.

La libertad que la caracteriza en esta etapa de su vida se refleja en todo el disco, sin filtros y bien parada para enfrentar a quienes la intentan golpear de todos lados. También la fuerza en su forma de amar, su vulnerabilidad y la oscuridad están presentes.

El disco fue escrito junto a Mauro De Tomasso, BB ASUL y Galán. Blair comentó sobre su participación en las redes sociales, una artista joven conocida en el under que lanzó su nuevo disco esta semana.

Las colaboraciones en este álbum son una sorpresa. Anteriormente, Lali expresó como una virtud en diferentes entrevistas que su disco anterior no tenía colaboraciones. En este, los feats están bien puestos y no sobran.

Duki, en un papel que no le quedó grande, se volcó al pop rock y lo hizo de una manera excelente. Miranda, los padres (y MADRES) del pop argento, nos brindaron una canción para bailar y cantar a los gritos; y Dillom, con la oscuridad que lo caracteriza, entró perfecto y lo hizo en el momento justo del disco.

Guiños a canciones clásicas del rock nacional no faltaron, pero que no voy a nombrar uno por uno, a pesar de las teorías en redes sociales, para no quitar la magia.

Estaremos esperando con ansias los Vélez del 24 y 25 de mayo y 6 de septiembre, para gritar con todas nuestras fuerzas estas canciones.

FIN DE TRANSMISIÓN.