EEUU asaltó un barco petrolero de Venezuela violando el derecho internacional

El gobierno de Venezuela calificó como un “robo descarado y un acto de piratería internacional” la incautación de un buque petrolero realizada este miércoles por fuerzas estadounidenses frente a sus costas. La reacción se conoció horas después de que el presidente Donald Trump anunciara públicamente la operación desde la Casa Blanca.

En un comunicado, Caracas repudió la acción y denunció que Washington actuó de manera unilateral y violenta. Trump, por su parte, celebró el robo y aseguró que se trataba del “petrolero más grande jamás incautado”, aunque esta vez ni siquiera ha dado una justificación del asalto. Consultado sobre el destino del crudo, respondió burlándose de Venezuela: “Supongo que nos lo quedaremos”.

 

Según fuentes del Ejército estadounidense citadas por CBS News, en el descarado robo participaron un buque militar, dos helicópteros, miembros de la Guardia Costera, marines y fuerzas especiales de los Estados Unidos. Se trata de una provocación, donde Trump va paso a paso probando hasta dónde puede llegar con las violaciones internacionales en su intento de abrir una guerra en Venezuela.

 

El gobierno venezolano recordó que no es la primera vez que Trump admite públicamente su intención de robar el petróleo venezolano, señalando que durante su campaña electoral de 2024 ya había declarado que Estados Unidos debía “quedarse con el petróleo” del país caribeño sin pagar contraprestación alguna. Si algo hay que reconocer es que Trump es sincero en admitir que no le importa violar todos los tratados internacionales, puesto que el mensaje del MAGA es que EEUU es el dueño de Latinoamérica y quienes no estén de acuerdo, como Venezuela o Colombia, sufrirán las agresiones. Una forma de asustar y condicionar a los gobiernos.

 

La incautación profundiza la tensión entre ambos gobiernos y reaviva el debate sobre la legalidad de las acciones estadounidenses en aguas del Caribe. Todos sabemos que lo que están haciendo es ilegal, y ellos mismos quieren dar ese mensaje. La clave de la administración Trump es ir aumentando las tensiones hasta lograr invadir Venezuela y derrocar a Maduro, o hacer que este renuncie y entregue el poder por el que fue electo soberanamente. Mientras tanto, la comunidad internacional mira hacia otro lado, siendo cómplices de los preparativos de una guerra sin precedentes en América.