Ministerio de Insalubridad

07.10.2024

Luego de abrir una guerra contra las universidades públicas el presidente continuó con su motosierra que ahora serrucha hospitales. Desde hace meses lxs trabajadores del Garrahan luchan por recomposición salarial y denuncian falta de presupuesto que pone en riesgo la salud de pacientes. Mientras tanto, quienes trabajan en el hospital Laura Bonaparte resisten el cierre de la institución.

La casta era la salud mental

El ministerio de Salud decidió el cierre del servicio de guardia y las internaciones del Hospital Lic. Laura Bonaparte. Se trata de un hospital nacional de salud mental y adicciones modelo para toda la Argentina y América que cumple con la Ley Nacional de Salud Mental y realiza abordaje interdisciplinario. Esta decisión perjudica a trabajadores de la salud, usuarios del sistema y familiares de pacientes que se manifiestan frente a la institución desde el viernes en defensa de los 660 puestos de trabajo y el derecho al acceso al sistema de salud.

 

El argumento del Gobierno nacional para cerrar el hospital es una supuesta subutilización en función de su capacidad, lo que no solamente es falso, sino que además es supeditar el acceso a los derechos a una lógica mercantil que tiene como máxima el rendimiento antes que el cuidado. Esta misma lógica fue la que se desplegó en el Hospital Posadas cuando despidieron a decenas de profesionales a mediados de este año.

 

Los hospitales públicos le salvan la vida y cuidan de la salud de miles de personas que no tienen obra social debido a las condiciones informales del trabajo, la pobreza y las múltiples formas de precariedad de la vida que hay en nuestro país. Además, con la licuación del salario de las clases medias y el encarecimiento de la vida, muchas personas que antes podían pagar una prepaga ya no pueden hacerlo. Entonces, el sistema de salud público les garantiza el acceso a ese derecho. Las políticas neoliberales generan hambre y desempleo, pero también inestabilidad e incertidumbre, incrementando los malestares de distintos tipos. Frente a estas embestidas se intensifica la necesidad de las instituciones públicas de cuidado.

Motosierra contra las infancias

El Hospital Garrahan atiende a infancias con patologías graves de todo el país pero, a causa del ajuste en salud, se afecta su funcionamiento y crece el riesgo de agravar los cuadros de los pequeños pacientes. La Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital denunció ante la Procuración de Investigaciones Administrativas que por falta de presupuesto se enfrentan a la reutilización indiscriminada de los dispositivos de perfusión de cirugía en niños, con el consecuente riesgo para la salud. Piden intervención judicial debido a que no hay un protocolo establecido, ni personal debidamente capacitado para los procedimientos de reutilización, entonces están trabajando en condiciones de riesgo.

 

Advierten que no se cumple la normativa de ANMAT sobre el reuso de estos materiales en el hospital, que no está definido el número de veces que se pueden reutilizar y que, por falta de material, se reutilizan muchas veces. Además, los profesionales de la salud exponen que perjudica a los pacientes porque no hay consentimiento informado sobre la utilización de estos materiales.

Donde se cura también se enseña

Otro espacio afectado por la motosierra de Milei han sido los hospitales universitarios, que con el recorte a las universidades públicas debieron trabajar al 30% de su capacidad por falta de insumos, en ocasiones. La importancia de estos hospitales es crucial ya que cumplen el doble rol de ofrecer el servicio de salud a la comunidad y preparar a lxs futurxs médicxs. Sin presupuesto para universidades los hospitales corren riesgo.

La casta eran lxs enfermos graves

Otra política insalubre de este Gobierno fue la interrupción de la provisión estatal de medicamentos para pacientes con patologías críticas. Dejaron morir a personas mientras esperaban las medicinas, entre ellxs algunxs niñxs. Ni hablar de la quita de subsidios en medicamentos que sufren todxs lxs jubiladxs.

Plan de lucha

Los trabajadores del Garrahan realizarán un paro el 8 y 9 de octubre. Reclaman un aumento del 100% en los salarios y protestan por la decisión del ministro de Salud, Mario Lugones, de cesantear al Consejo de Administración del hospital por autorizar el pago de un bono de 500 mil pesos (afrontado con fondos propios) a todos los trabajadores. 

 

Además ATE anunció un “gran paro nacional” de trabajadores de la salud en apoyo a los trabajadores del Bonaparte y una movilización el jueves 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental. Es urgente organizarse contra la política de crueldad y descuido.

 

La casta eran los hospitales