La acerera cerró un acuerdo con la seccional de Villa Constitución de la UOM para suspender escalonadamente a sus trabajadores hasta llegar a los 970 para antes de que termine el año. Se apunta a la reducción de costos debido a la caída productiva de la empresa, habiendo producido la mitad de acero que en el año 2023, consecuencia de la suspensión de la obra pública.

La suspensión viene acompañada con una reducción salarial que para abril será un 25% más baja que el sueldo base. Se empezará a sentir la medida escalonada en la próxima semana, con 200 suspendidos con una reducción del 20%.

No son medidas repentinas, sino que en el mes de enero se retiraron 200 empleados por un plan de retiro voluntario, además de tomar la decisión de eliminar otros 200 empleos tercerizados.

Acindar no es la única, ya que las empresas Aluar y Ternium se verán fuertemente afectadas no solo por la caída de la obra pública sino también por las medidas arancelarias del presidente de los Estados Unidos, que imponen aranceles del 25% a la importación siderúrgica y del aluminio. No es un hecho menor, ya que en el caso de Aluar 2 de cada 5 toneladas de aluminio producidas tienen como comprador a los Estados Unidos.

Las empresas tenían la esperanza de que se de un caso similar al del gobierno de Macri, el que se logró un arancel diferencial por la afinidad ideológica. Sin embargo el presidente de los Estados Unidos ya ha afirmado que no hará excepciones en el caso de la Argentina, argumentando con un supuesto déficit comercial que las empresas argentinas niegan.

Es por esto que este sector está en caída debido a la gran crisis en la Nación Argentina. La empresa Ternium tuvo una baja accionaria del 2,1% en moneda nacional (3,5% en dólar CCL) y la metalúrgica Aluar una del 3,1% en moneda nacional (4,3% en dólar CCL). Contribuye a la caída accionaria general del país, indicada en el índice Merval que muestra una pérdida del 20% en moneda nacional desde el 10 de enero.

Cabe mencionar que todo esto no sería lo mismo sin la complicidad de la burocracia sindical de la UOM que bien podría organizar la lucha junto a un plan de contención que permita paliar la fuerte caída productiva que azotará a las empresas dependientes del imperialismo estadounidense.