La policía de Entre Ríos le quebró la pierna al obrero Marcelo Bruffal mientras trabajaba frente a su casa. El hecho ocurrió el jueves pasado en calle Luis Palma y fue captado por una cámara de seguridad. Los oficiales lo acusaron de insultarlos, lo redujeron violentamente y le destrozaron la pierna, lo que hoy le impide trabajar. Además, le arrojaron gas pimienta y violentaron a su hermana cuando intentó defenderlo.
“Nunca pensé que la Policía iba a actuar así. Solo estaba trabajando”, expresó el joven, que pide justicia y atención médica urgente para poder volver a sostener a su familia.
Marcelo necesita recuperarse de las heridas que le dejó la policía ya que, como muchos obreros, si no pueden trabajar, no pueden sostener la economía familiar.
No se trata de un caso aislado de la PER. El 12 de febrero de 2024, la policía de Entre Ríos asesinó a Ariel Goyeneche luego de trasladarlo a una comisaría de Paraná. La autopsia reveló que Goyeneche murió por una “asfixia mecánica por compresión extrínseca a nivel toracoabdominal” provocada por la brutalidad con la que fue retenido por los oficiales de policía.
El 22 de febrero , en el pueblo de Libertador San Martín, en el departamento de Diamante, la policía torturó y asesinó a Guillermo Ramírez. Los oficiales lo detuvieron porque supuestamente estaba haciendo exhibicionismo, pero sólo estaba sin la remera por el calor. Ahí empiezan los golpes que luego le causarían la muerte.
La política policial de Frigerio y Ronclagia no busca combatir la inseguridad. Se trata de una criminalización de la pobreza. Es la misma política que a nivel nacional aplican Milei y Bullrich, y se repite en diferentes provincias, donde el accionar policial se viene cargando con la vida de obreros y jóvenes desde hace años. Es necesario que podamos denunciar la violencia de esta institución.