Apuntes para una poesía combativa

24.07.2025

La poesía política si quiere cumplir ciertos parámetros de efectividad no puede hablarle a su tribu. Hay tres grupos de humanos en relación a la política: zurdos, fachos y “no me interesa la política yo me tengo que levantar a laburar igual”. Cuando la poesía política es explícita toca solo a los zurdos, los fachos y los nomeinteresa… No están interesados en un trabajador de call Center de la Revolución. 

 

Pero ¿Qué queremos decirles a los fachos y a los nomeinteresa? O mejor aún ¿Qué queremos provocar en ellos, por qué experiencias los queremos hacer pasar? Porque la poesía tiene esa capacidad.

 

Mi hipótesis principal es que la poesía política que quiere disputar sentidos para la izquierda debe transmitir el deseo comunista. Esta hipótesis se basa en otra hipótesis consistente en que la libido puede ser parametrizada por un input artístico para el eros o para el tanatos. La líbido erótica impulsa al cambio, al movimiento, a no morir, aferrarse a la vida. 

 

¿A quién le queremos transmitir ese deseo comunista? ¿De qué manera? Partimos de la base de que es posible parametrizar la líbido ¿Puede un facho o un nomeinteresa parametrizar su líbido hacia el deseo comunista? Intuímos que no, porque su líbido está parametrizada. Para el facho y el nomeinteresa habría que llevar adelante un proceso de desparametrizacion y reparametrizacion de la líbido.