En la jornada de hoy, jubilados y manifestantes se movilizaron en contra del veto a una ley que, aunque modesta en términos de aumento (alrededor de $17.000), podría ofrecer un alivio importante dado el significativo deterioro del poder adquisitivo. Como era de esperar, el gobierno de Milei respondió con una cobarde represión usando a la Policía Federal.

El veto de la ley previsional por parte de Milei no solo intensifica la crisis de los jubilados, sino que también genera un costo político considerable. Como mencionamos anteriormente, la ley, al aumentar levemente las jubilaciones mínimas, habría ofrecido algo de alivio, aunque no resuelve el problema estructural del ajuste y la inflación que afecta a los jubilados.

Es que el ajuste fiscal en Argentina ha tenido un impacto desproporcionado en las jubilaciones y pensiones. Mientras le reducen los impuestos a los más ricos, aumentan los recortes a las pensiones.

Para Milei la libertad es vetar la ley y que paguen los jubilados, mientras acusa a los legisladores de “degenerados” fiscales. Desconoce que el costo político de esa acción podría ser demasiado grande. Quienes trabajaron toda su vida deberían tener garantizado un ingreso mínimo igual a la canasta básica familiar y es clave la pelea por la restitución del 82 % móvil.

Por tales motivos, diversos sectores obreros vienen expresando la necesidad de un paro nacional con movilización masiva frente a las políticas que perjudican a los sectores más vulnerables. Es urgente luchar por una jubilación, como así  también un salario obrero que de mínima cubra la canasta básica familiar.