Una semana atrás la Legislatura mendocina dió media sanción a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto PSJ Cobre Mendocino. El proyecto San Jorge fue rechazado en múltiples instancias desde 2010 y reingresado bajo un nuevo nombre, operado por las empresas Zonda Metals GmBH (Grupo Solway de Suiza) y Grupo Alberdi (Argentina). 

El Gobierno de Alfredo Cornejo impulsa la iniciativa de extracción de cobre en Uspallata jugando al desgaste y la persecución para forzar su aprobación. Durante todo el año, intentaron amedrentar las expresiones populares de todo tipo. En una instancia, convocaron a una audiencia pública oficial en un lugar deliberadamente inaccesible para limitar la participación ciudadana. Sin embargo, mendocinos de toda la provincia, de todas las edades y todas las profesiones acudieron a Uspallata para hacer oír su voz contra la megaminería contaminante en la audiencia oficial y en una mucho más convocante audiencia popular. No es No. 

En otras oportunidades, el Gobierno se dio la tarea de criminalizar la protesta. Luego de que vecinos de Uspallata se manifestaran en la inauguración de la oficina de la minera y fueran agredidos por una patota de la UOCRA, la justicia provincial allanó y detuvo a los manifestantes. Dos vecinos de Uspallata, Mauricio Cornejo y Federico Soria, fueron convertidos en presos políticos por luchar contra la mina. Meses más tarde, el Gobierno reprimió una marcha en defensa del agua en pleno centro de Mendoza usando la misma Legislatura como centro de detención en la que golpearon a los detenidos Liza Rule y Martín Iglesias. Esta persecución se suma a las imputaciones de luchadores sociales que ya son moneda corriente en la provincia. 

Mientras la comunidad de Uspallata reclama la creación del área protegida Uspallata – Polvaredas, el PSJ pone en riesgo los acuíferos libres y las tierras subterráneas que recargan toda la cuenca del Río Tunuyán y del Río Mendoza, que a su vez nutre otras cuencas hasta Buenos Aires. Pero además, es la que alimenta al 62% de la población de la provincia que vive en el oasis Norte. La minería a gran escala implica no solo un consumo directo masivo de agua, sino el riesgo de utilizar sustancias químicas tóxicas en sus procesos, comprometiendo los recursos hídricos para las generaciones futuras. Mendoza  se encuentra al pie de la montaña y depende de esos ríos para existir, por lo que cualquier contaminación, afectaría a la población rápidamente. Vienen por el cobre pero se llevarán la vida. 

A su vez, el paquete de leyes que se discute en la provincia incluye: crear un fondo compensador para afrontar las consecuencias de las catástrofes ambientales (con la tuya contribuyente); bajar aún más las regalías de las mineras y 27 proyectos de exploración en Malargüe. Para eso necesitan eliminar la protección a los glaciares. O sea que no generan empleo, no dejan dinero en la provincia y encima el pueblo tiene que pagar con sus impuestos el desastre ambiental. Spoiler: ninguna cantidad de dinero puede reconstruir las montañas. 

Los pueblos originarios Huarpe, Kolla y Mapuche denunciaron no haber dado su consentimiento libre, previo e informado y rechazan las falsas promesas de empleo temporario, anteponiendo la vida y el agua a cualquier beneficio corporativo. 

Por su parte, desde CONICET alertaron sobre los peligros de este proyecto y fueron censurados por el Gobierno que les hizo bajar de su web el comunicado donde explicaban que los datos hídricos presentados en la DIA son obsoletos porque son previos a la sequía que afecta la zona desde 2010 y que el consumo de agua es inviable ya que requiere el total del caudal del arroyo El Tigre. Cabe mencionar que la provincia está en crisis hídrica hace años. Además, desde el organismo denuncian que la información sobre biodiversidad presentada es insuficiente, desactualizada e incorrecta. Asimismo, el proyecto amenaza al Patrimonio de la Humanidad afectando directamente el Camino del Inca Qhapaq Ñan, sitio protegido por la UNESCO. ¿Explotarías una bomba al lado de las pirámides de Egipto?

La minería no tiene licencia social

Desde todos los rincones del territorio se organiza la respuesta popular. En Uspallata, Tunuyán y San Carlos marchan por el pueblo; en Tupungato y General Alvear hacen ruidazos en la plaza departamental; en San Rafael pintan carteles y banderas; en Rivadavia, La Paz y ciudad de Mendoza hacen asamblea; en Maipú pintan gotitas y estampan remeras; en Guaymallén hacen mesa informativa e intercambian plantitas. Todos los días hay actividades en defensa del agua. Hay olor a 2019.

En este mismo momento hace tanto calor como aquel diciembre que vetaron la Ley 7722, cuando el pueblo se levantó en toda la provincia y la recuperó. La Historia del Agua en Mendoza es tan épica que tiene su propia película. Necesitamos otro 2019.

Las Asambleas Populares por el Agua Pura convocan a todo el pueblo mendocino a asistir a la puerta de la legislatura el martes 2/12 cuando se trate y el 9/12 cuando se vote el proyecto.