
En Río de Janeiro, Brasil, un megaoperativo policial contra el Comando Vermelho terminó con una masacre donde 132 personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad. Los hechos se dan luego de un enfrentamiento entre este comando y la policía del gobernador Cláudio Castro, del partido Bolsonaro. Si bien no se sabe cómo va a continuar este conflicto, se trata ya de la operación policial más letal de la historia de Brasil.
El gobernador Castro había calificado al Comando Vermelho como una estructura “narcoterrorista”, un término que el presidente Donald Trump también utiliza para justificar sus bombardeos en el mar Caribe. Se trata de una excusa para poder realizar ejecuciones a civiles de forma extrajudicial. En este sentido, la ONU dijo que está “horrorizada” por lo sucedido y advierte que hay un uso excesivo de las fuerzas.
Tanto la ONU como organizaciones de derechos humanos piden una investigación inmediata sobre los hechos, dado que Castro no avisó al Estado federal ni a la ciudadanía de las favelas que iban a realizar un megaoperativo. Por esto muchos hablan de una política del bolsonarismo para tratar de sumar votos de cara a las próximas elecciones.
Negando que estas políticas se deben coordinar con anterioridad, el bolsonarismo trata de construir la narrativa de que Lula no quiere combatir a las narcoestructuras por negarse a enviar fuerzas del ejército al megaoperativo. Justo se da en un momento donde Trump ya trató a Gustavo Petro de financiar el “narcoterrorismo” por negarse a apoyar su operativo contra Venezuela y la militarización del mar Caribe. Sabemos que Lula también se ha negado a apoyar este operativo, y si bien Trump no ha opinado aún, el bolsonarismo parece jugar con este comodín contra el gobierno del PT.