
En los últimos días, Grabois no ha parado de apuntar contra Myriam Bregman. Desconocemos las razones por las que tanto él como su espacio se la están agarrando con el FIT-U, pero esto no es nada nuevo. La narrativa de que “la izquierda no sirve para nada” de un sector mayoritario de Patria Grande y Argentina Humana formado posterior a su expansión en 2023 es un remake de “anda a una villa a cantar La Internacional” de las organizaciones kirchneristas en los mejores años del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Este debate surge desde que el Partido Comunista decidió apoyarse en la Unión Democrática de Braden y la embajada yanqui para combatir a Perón. También se da en el marco de la ruptura de un sector del marxismo crítico o no ortodoxo con el PCUS por la estalinización que llevó a la burocratización del proyecto comunista. Ya el propio Che Guevara no quiso combatir a Perón porque representaba un bastión de resistencia en la región contra el imperialismo norteamericano.
Desde los años 40 hasta principios de los 2000, la hegemonía de la izquierda la supo tener el PC, que siempre fue categorizado como “gorila”. Durante la existencia física de Perón existieron varias expresiones que constituyeron lo que se llamó “izquierda nacional”. Con el Argentinazo en 2001 y la experiencia previa de los piqueteros, surgen nuevas expresiones de izquierda, siendo una de las más importantes el Frente Popular Darío Santillán. Este espacio va a ser el germen de lo que luego sería la “izquierda popular”.
Esta izquierda levantaba las banderas de todas las experiencias socialistas y populares, desde La Comuna de París hasta la Revolución Bolivariana, aprendiendo de sus aciertos y errores. Tenían como objetivo la proclama zapatista de “cambiar el mundo sin tomar el poder”, siendo organizaciones y no partidos. Con el tiempo, algunas se convierten en partido, y entre tantos que podríamos mencionar, como Libres del Sur, aparecen dos partidos que hoy son clave: Ciudad Futura y Patria Grande.
Todo esto es a grandes rasgos; en Archivos profundizamos con periodicidad sobre las izquierdas en Argentina y otras partes del mundo. A lo que queremos llegar es que la narrativa de que la izquierda no sirve para nada que está instalando un importante sector de Patria Grande con Grabois como vocero principal es una variación de lo que antes era la palabra “comunismo”. Es decir, desde que el trotskismo se apropió de la palabra izquierda, es normal que se critique a la izquierda en referencia al trotskismo. Ahí está el problema.
En algo tiene razón Grabois; el trotskismo propone la revolución proletaria haciendo hincapié en las elecciones y la supuesta necesidad de que Myriam o Del Caño entren al Congreso. Y si bien es cierto que MST y PO tienen otras lecturas, la negación del PTS a un Congreso abierto del FIT-U está haciendo que sus análisis y lecturas sean vistos como los del frente en su totalidad. ¿Cuál es el programa de gobierno del FIT-U? No tienen, ni piensan en gobernar. Entonces la izquierda argentina no tiene vocación de poder.
Grabois sabe bien que existen otras izquierdas y, si le es o no estratégico para su entrismo en el peronismo atacar al trotskismo con la palabra “izquierda” en general, es problema de la militancia histórica de Patria Grande, que ahora se tiene que bancar que los que se sumaron post 2023 y vienen del kirchnerismo los acusen de desleales por considerarse parte de este espectro y no del peronismo. A nosotros nos importa que nuestros lectores sean críticos y puedan debatir aceptando la existencia de izquierdas en plural.
Ahora bien, un punto más, sumó el FIT-U y retuvo las mismas bancas. Si no abren el debate ahora al resto de la izquierda, y el progresismo decide inmolarse en el peronismo, quedará nuevamente un vacío de representatividad para quienes queremos una izquierda no ortodoxa, pero con vocación de poder. Por eso tratamos de construir puentes y abrir las discusiones necesarias para que este espectro político no se diluya en discusiones electoralistas. Creemos que la izquierda puede acaparar el descontento e imaginar el socialismo.