Evaristo en Malvinas Argentinas: No Somos Nada

Evaristo Páramos resumió su carrera en el Estadio Abierto Malvinas Argentinas de La Paternal. Así se vivió la vuelta del cantante vasco en el noroeste de la Ciudad.

“Vamos dejando pasar nuestra alegre juventud”. 

 

Claro está que la juventud de los ochentas mutó, ya no hay tantas melenas largas y las que quedan están teñidas con gris. Un poco así como también mutó el concepto de “liberal” de hace cuarenta años. 

 

Pasaron cinco años desde la última vez que Evaristo Páramos pisó el país. A diferencia de ese febrero veraniego con corridas policiales, esta vez, el otoño de La Paternal pintó los empujones de las vallas y los chequeos policiales con tranquilidad. 

 

Chalecos de jean, tachas, camperas de cuero y crestas muy punk seguramente peinadas con jabón de pan. Los aires de esta “postal punky” estuvieron acompañadas de “Q’Acelga” y “Lucho al Attaque” quienes calentaron la jornada anárquica. 

 

Canoso, con los pelos al viento y una remera blanca, un Evaristo -levemente jorobado- salió treinta minutos más tarde de lo pautado. Sin embargo, aunque su voz a los sesenta y cuatro años esté avejentada, sigue igual de afilada y jóven como en sus principios. 

 

“¿Cuánto viviremos? ¿Cuánto tiempo moriremos?”, no se sabe pero lo que hace invencible  tanto a Páramos y a sus seguidores es el cerebro. En casi dos horas, con varias pausas por tres amplificadores explotados, el cantante vasco interpretó y repasó algo más de cuarenta canciones de “La Polla Records”, “Gatillazo”, “The Meas”, “The Kagas” y su nuevo proyecto, “Tropa Do Caballo”. 

 

Posiblemente su público ya no sea el mismo que hace cuarenta años, posiblemente sea parte de ese colectivo “obrero de derecha, tonto seguro” que lucen algunos en sus remeras. Sin embargo, en esta noche punk la marea está intacta y nos deja en claro que, aunque los cánticos para nada actualizados son los mismos que hace unos años, “No Somos Nada”.