Los que militamos y/o nos sentimos parte de la izquierda popular debemos votar contra Milei por defensa propia, es decir, votar a Unión Por la Patria. ¿Eso te hace peronista o kirchnerista? La respuesta es NO. Mucho menos te convierte en un simpatizante de Massa.
* por José Sagasti.
Detrás de Milei se esconde lo peor del fascismo argentino y trasnacional: desde la reivindicación de la dictadura, la impunidad de seres despreciables como el Tigre Acosta, el lefebvrismo y sus rituales preconciliares que tienen llegada a través de Victoria Villaruel hasta lo más oscuro de los servicios de inteligencia como Miguel Angel Toma quien se haría cargo del área, según información de Carlos Pagni el pasado lunes 13 de noviembre en su programa Odisea.
Durante estos días ha circulado un video de Alejandro Bercovich en el cual hace un repaso de los vínculos de La Libertad Avanza con sectores neonazis. Por un lado, Carlos Pampillón y su organización nazi marplatense que ya ha cometido actos violentos contra la izquierda y la comunidad lgbt, el diputado electo Pablo Ansaloni que dijo que “los judíos no tienen patria” y, por el otro, Revolución Federal que atentó contra CFK y siguen activos por la impunidad que le otorgó el Partido Judicial. Si hoy estos elementos fascistas ya están presentes en la construcción de Milei, en un eventual gobierno se organizarían de manera más eficiente y contarían con el apoyo del Estado para atacar a los luchadores. En Brasil eso ya se vio durante la presidencia de Bolsonaro con el asesinato de Marielle Franco.
Al ultra conservadurismo social reaccionario de Milei se le suma el apoyo de lo peor del capitalismo financiero trasnacional: BlackRock y otros fondos de inversión que tienen títulos de deuda argentina y apuestan a quedarse con activos de nuestro país a precios de remate: YPF, Vaca Muerta y recursos naturales. El nexo directo entre Milei y BlackRock se da a través de Darío Epstein.
Para llevar a cabo este plan económico, no solo van a reprimir; están dispuestos a desaparecer y matar y es por ese motivo por el cual niegan el genocidio de la última dictadura cívico militar y hasta la avalan. Lo dijo Myriam Bregman en el Congreso: “están dispuestos a hacerlo de vuelta.”
Massa no representa el campo popular ni llevará adelante un programa mínimo de transformación de la realidad acuciante que vivimos. Lo tenemos en claro, pero preferimos ser oposición de Massa a ser oposición del fascismo “libertario”. En suma, el domingo hay que votar a Massa en contra de Milei para derrotar electoralmente al fascismo. A partir del lunes, tendremos que construir poder popular, junto con un programa de liberación nacional y social de claro enfrentamiento con el FMI, a los fines de tener en 2027 un gobierno de transformación que no sea el producto de elegir el mal menor, sino de la lucha militante del nuevo espacio que hay que formar: la izquierda popular argentina.