En Guatemala, Bernardo Arévalo de León, del partido Movimiento Semilla, ganó la segunda vuelta y será gobierno. Se trata de una propuesta de centro izquierda con pocos años de existencia. Su victoria se da en el marco de controversias con la Fiscalía, que buscó inhabilitar su candidatura.
La victoria de Bernardo Arévalo de León en la segunda vuelta electoral en Guatemala, con el 58,9% de los votos, pone fin a 12 años consecutivos de gobiernos de derecha. Estas elecciones estuvieron marcadas por una serie de controversias, debido a las maniobras de la Fiscalía para invalidar la candidatura del Movimiento Semilla, al que Arévalo pertenece. A pesar de las acusaciones y la persecución por parte del Ministerio Público, Arévalo logró llegar a la segunda vuelta y ganar las elecciones.
El nuevo presidente electo ha ganado apoyo, especialmente en la población urbana, que los votó por sus promesas de luchar contra la corrupción y su enfoque conciliador ante los demás partidos. Además es hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo, quien implementó reformas en el país en la década de 1940, lo que también influyó en su elección.
La jornada electoral estuvo marcada por tensiones y denuncias de irregularidades por parte de la candidata Sandra Torres Casanova, del partido UNE. Torres puso en duda la transparencia de las elecciones, y alegó la presencia de extranjeros y partidarios de Arévalo en el sistema de cómputo electoral. Esta fue la tercera vez que Torres compitió por la presidencia y perdió nuevamente, al igual que las dos elecciones anteriores.
El Movimiento Semilla es un nuevo partido, fundado en 2017, y son las primeras elecciones presidenciales a las que se presenta. Su lineamiento se enmarca en la centro izquierda progresista y se autodefinen como ecologistas. Al igual que en otros países, empezará una experiencia de los trabajadores y el pueblo guatemalteca con su gestión.
