El fenómeno de los “empleos fantasma” está perjudicando a los desempleados y afectando al mercado laboral.
El fenómeno de los “empleos fantasma” está afectando al mercado laboral y se convirtió en un problema para muchos desempleados en medio de esta crisis. El término hace referencia a empleos que son publicados en portales como LinkedIn o Computrabajo, pero que en realidad no existen. Es decir, los empleadores publican ofertas de trabajo con el fin de recolectar datos sobre posibles candidatos sin tener la intención de contratar a nadie.
Recientemente, me postulé a un aviso en una de las “big four” y le pedí a un amigo que trabaja ahí si podía referirme al puesto. Su respuesta me sorprendió: la oferta era “una formalidad” y no tenía sentido postularme ni referirme.
Los empleadores utilizan esta técnica para mantenerse informados sobre el mercado laboral y ajustar sus estrategias de contratación. Por ejemplo, si una empresa quiere contratar a un desarrollador de software, puede publicar un anuncio falso y esperar a que los candidatos se presenten. Si hay muchos candidatos, la empresa argumentaría que hay suficiente oferta para ese tipo de trabajo y bajar las pretenciones salariales.
Esta práctica puede afectar a todos los niveles, desde los puestos junior hasta los ejecutivos, y la usan empresas de todos los tamaños. También se sabe que algunas agencias de recursos humanos utilizan esta técnica para atraer candidatos y aumentar su base de datos. Otras puede que simplemente quieran dar la apariencia de ser una empresa exitosa y en pleno crecimiento.
Aunque no es ilegal publicar trabajos falsos, sí lo es usarlos para discriminar a ciertos grupos de personas o para recolectar información personal. Sin embargo, estas prácticas son difíciles de detectar y aún más difíciles de denunciar e investigar.
En resumen, este problema es una tendencia preocupante en el mercado laboral actual. Si ves que una oferta de trabajo está activa por varios meses en un portal de empleo, ni te molestes: es un empleo fantasma.