Al dispararse el precio del asado, el SENASA organiza un encuentro para hablar de los insectos para consumo humano.
En el marco de un aumento desmesurado del precio de la carne, el SENASA organiza este próximo lunes un encuentro planteando la alimentación a base de insectos para consumo humano. En el país de las vacas, un gobierno que dice ser popular se suma a la agenda del Foro Económico Mundial.
El organismo gubernamental lleva un tiempo investigando la producción de insectos para llevar a la mesa. En 2021, la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET junto al SENASA publicaron un informe con el objetivo de detallar los procesos y buenas prácticas para producir y procesar alimentos pulverizando grillos.
En enero, un grupo de investigación del INTA y el INTI hizo su aporte elaborando budines y otros panificados a partir de polvo de grillos. El gobierno argumenta que la ONU promueve este cambio alimentario, asegurando que “una de las muchas vías para abordar la seguridad de alimentos y piensos es a través de la cría de insectos”.
Pero, ¿que lo promueva la ONU debería despreocuparnos? Una expresión política democrática debería considerar que el pueblo argentino come y quiere comer carne, no basarse en bajadas de línea de organismos supranacionales para modificar la dieta y cultura de nuestra nación.
Recordemos que, durante la campaña electoral de 2019, Alberto Fernández prometió “volver a poner el asado en la mesa de los argentinos”. Incluso el Frente de Todos hizo un spot sostenido en esa idea, sugiriendo que las parrillas estaban fuera de uso y llenas de cachivaches.
¿Necesita la Argentina dejar el asado atrás o políticas públicas que no lo conviertan en un lujo? Un país de grandes pasturas y carne de primera calidad no debería tener que hacerse esta pregunta. No me voy a comer los bichos.
